En cada Festival de Cannes hay un perro que triunfa. El año pasado fue Messi, el perro deAnatomía de una caída, pero este año ha sido Kodi, el perro de la película de Laetitia Dosch Le Procès du Chien (El juicio del perro), su primera película detrás de la cámara, quien ha conquistado indiscutiblemente los corazones (ganando de paso la Palm Dog ).
Laactriz franco-suiza interpreta el papel protagonista (humano) de Avril Lucciani, abogada especializada en causas perdidas. Su nuevo caso es igual de complicado de defender: Cosmos, un perro reincidente y fiel compañero de Dariuch Michovski(François Damiens, en toda su grandeza), está acusado de haber mordido tres veces. Su última víctima, Lorene Furtado (Anabela Moreira), quedó desfigurada.
Ante la amenaza de eutanasia que pende sobre la cabeza del can, y en contra del consejo de su jefe(Pierre Deladonchamps), la cándida Avril hace todo lo posible por salvar al perro. Comienza entonces un rocambolesco juicio -el primer juicio canino en Suiza desde la Edad Media- para decidir si Cosmos es o no responsable de sus actos. Cuidado, perro vicioso...
Inspirada en hechos reales y en la obra White Dog de Romain Gary, la primera película de Laetitia Dosch es una comedia divertida y absurda en la que todo el ceremonial judicial tradicional se aplica al incongruente juicio de este perro. Con cambios de tono, una dirección moderna y unos personajes secundarios alocados(Jean-Pascal Zadi como el adiestrador de perros, Anne Dorval como la abogada xenófoba de extrema derecha de la parte contraria), la película también plantea algunas cuestiones de gran actualidad.
Así, cuando se anuncia que la bestia puede ser misógina, una multitud acude al tribunal para manifestarse, feministas contra antiespecistas. Al final, lo surrealista no es tanto el juicio como las reacciones viscerales de la sociedad contemporánea ante algo que no comprende. Una primera película tan divertida como conmovedora, y un gran acierto.
