El mayor torneo de póquer de Francia, el European Poker Tour (EPT), es una víctima colateral de la caída del Gobierno Barnier. Los 7 clubes de juego de la capital, aún en fase experimental desde 2018, corren el riesgo de cerrar el 1 de enero por falta de marco legal. Esta situación se ha producido como consecuencia de la suspensión del examen del proyecto de ley de finanzas, que preveía prorrogar un año el experimento. París, donde los casinos están prohibidos desde hace más de un siglo, había visto cómo estos clubes sustituían a los antiguos círculos asociativos de juego, a menudo asociados al blanqueo de dinero.
Como consecuencia de esta incertidumbre, cerca de 1.500 empleados del sector se encuentran en estado de ansiedad. Estos establecimientos, en los que sólo están autorizadas las actividades de "juegos de mesa", se encuentran en un impasse administrativo que imposibilita la organización de torneos como el EPT.
El torneo de póquer, organizado por PokerStars en colaboración con el grupo Barrière, iba a celebrar su tercera edición parisina. Sin embargo, la pérdida de la licencia de explotación de los clubes ha imposibilitado la celebración de eventos en París y otras ciudades francesas, ya que la clientela internacional es esencial para este tipo de eventos.
" Es un golpe en el corazón, tanto para nosotros como para los jugadores ", confió Clément Martin Saint Léon, Director General del grupo Barrière, a Le Parisien. Sin embargo, los organizadores están estudiando un posible aplazamiento, a la espera de una rápida resolución de la crisis gubernamental. Mientras tanto, PokerStars ha prometido devolver el dinero a todos los jugadores inscritos.
París asiste a la desaparición de un evento emblemático de la escena internacional del póquer, un episodio más de las consecuencias económicas y sociales de la actual crisis política. Una situación que nos lleva a reflexionar sobre el impacto de las decisiones administrativas en las actividades culturales y de ocio de la capital.