Reconozcámoslo, llevar a los niños a un restaurante no es tarea fácil; hay varios criterios a tener en cuenta para que la familia se lo pase en grande junta. En primer lugar, el presupuesto; no se trata de romper el PEL para complacer a toda la familia poniendo los pies debajo de la mesa. Luego está el menú; como todos sabemos, los niños son quisquillosos con la comida, y hay que estar seguro de que lo que se les va a poner delante de la boca les va a gustar y se lo van a comer todo sin rechistar.
Los menús infantiles son económicamente más atractivos y una buena forma de evitar el despilfarro, ya que las raciones son más pequeñas que las de los adultos. Los restaurantes suelen ofrecer los clásicos menús infantiles con sus platos favoritos: patatas fritas, carne picada, nuggets de pollo, pasta, pizzas o hamburguesas... Pero otros restaurantes están innovando y ofrecen menús infantiles que reflejan su carta, para que los más pequeños despierten su paladar con sabores de otros lugares.
El postre siempre está incluido en todos los menús, con bolas de helado para disfrutar cuando hace calor, tortitas, gofres, tartas o compotas el resto del año... ¡Es una gran oportunidad para comer fuera con la familia! ¿Cuál es el resultado? Padres/abuelos y adultos relajados, y niños siempre satisfechos con sus menús.
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¡Le esperan grandes momentos en familia!