A raíz de una reciente sentencia judicial, las empresas funerarias deben pagar derechos de autor a la Sacem (Société des auteurs, compositeurs et éditeurs de musique) por tocar música en los funerales. Este caso plantea interrogantes sobre la gestión de los derechos de autor en el delicado contexto de los funerales, y lleva al sector a replantearse sus prácticas.