A un tiro de piedra de Disneylandia (bueno, a dos paradas de autobús), Dream Castle es, como su nombre indica, el castillo en el que te gustaría alojarte para sentir que vives la vida de una princesa, al menos durante unas noches. Con sus piscinas, su tobogán, sus habitaciones familiares y su desayuno "todo lo que puedas comer", es sin duda el lugar ideal para las familias, sea cual sea la edad de los niños o la duración de la estancia.