La Eglise Saint-Sulpice es sin duda una de las iglesias más bellas de París, y la segunda más grande de la ciudad después de Notre-Dame-de-Paris. Merece la pena pasear por ella.
La hermosa iglesia de Saint-Germain-des-Prés ha sufrido destrucciones y reconstrucciones. Afortunadamente, hoy sigue en pie. Es uno de los últimos vestigios del arte románico en París.