Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, el destino de los atletas rusos ha sido objeto de un gran debate. El Comité Paralímpico Internacional ya decidió no autorizar la participación de atletas rusos y bielorrusos en los Juegos Paralímpicos de Invierno de 2022 en Pekín, como represalia (aunque mínima) por la invasión rusa de Ucrania. Ahora, la participación de estos mismos atletas en los Juegos Paralímpicos de París es objeto de especial debate.