La finca del Trianón puede visitarse por separado del castillo. Situado a dos kilómetros de distancia, fue antaño un lugar de refugio para los reyes, que buscaban descanso y relajación lejos de la Corte. Creada por Luis XV, la finca se convirtió en feudo de María Antonieta, que modificó los terrenos y creó todo un caserío, como un pequeño pueblo.