Todos soñamos con ir a esquiar todos los años, pero a menudo nos topamos con los numerosos inconvenientes que ello conlleva: atascos masivos a la vuelta de las vacaciones, pistas a veces saturadas en las estaciones... Entonces, ¿por qué no coger el tren este año? Es una oportunidad para esquiar aunque no tenga carné de conducir, y aprovechar al máximo su viaje.