En invierno, otoño y primavera, las temperaturas pueden ser caprichosas y bajar muy deprisa, ¡incluso nevar en determinadas épocas del año! Pero cuando se tienen niños, hay que darles rienda suelta a pesar del frío. Y menos mal, porque la capital está repleta de actividades de interior para salir a pasear por París con los niños cuando hace frío.