¿Busca un lugar diferente para pasear y soñar?En la región parisina hay un jardín insólito donde el tiempo parece haberse detenido. En los Yvelines, un jardín anglo-chino que parece un gabinete de curiosidades al aire libre le espera para un paseo tranquilo salpicado de paisajes intrigantes. Se llama Désert de Retz.
Abierto sólo los sábados por la tarde de abril a octubre, este lugar es único por su singular arquitectura que combina estilos oriental, antiguo y europeo. Este parque histórico ofrece un viaje iniciático a través de 38 hectáreas de naturaleza, salpicadas de asombrosos edificios que dan testimonio del Siglo de las Luces.
El Désert de Retz, creado entre 1774 y 1789 por François Nicolas Henri Racine de Monville, es uno de los pocos ejemplos de "parque fabril" que quedan en Francia. Su trazado, inspirado en las grandes civilizaciones, le invita a realizar un viaje arquitectónico y filosófico. Por el camino, descubrirá fábricas tan eclécticas como originales.
Abandonado tras la Revolución Francesa, el Désert de Retz sufrió largos periodos de abandono a pesar de haber sido inscrito en 1941 en la lista deMonumentos Históricos . No fue hasta 2007 cuando el ayuntamiento de Chambourcy lo adquirió por un simbólico euro, iniciando así una nueva era de restauración. Hoy, gracias a patrocinadores como el Conseil Départemental y la DRAC, este tesoro histórico ha recuperado parte de su antiguo esplendor. El ayuntamiento, en colaboración con empresas y donantes privados, está supervisando la restauración de los diversos edificios que componen esta extraordinaria finca.
El Désert de Retz debe su nombre al término "desierto", en boga en el siglo XVIII, que hacía referencia a un lugar aislado propicio para la reflexión y la evasión. Así que olvídese de la imagen de un desierto arenoso y venga a recargar las pilas. Pasear por este parque es como hacer un viaje en el tiempo y la imaginación, siguiendo un camino que lleva de la oscuridad a la luz, como simboliza la fábrica Rocher, que invita a realizar un pasaje iniciático.
También hay algunos árboles notables, como la Secuoya Gigante, el Roble Rojo Americano y el Cedro del Líbano, todos ellos testigos del paso del tiempo. Descubra nada menos que 23 árboles gigantescos que seguro le impresionarán.
Originalmente, el emplazamiento estaba formado por 17 fábricas. Algunas, como la famosa Maison Chinoise, han desaparecido, pero siete de ellas han sobrevivido al paso del tiempo y han llegado hasta nosotros, a veces en forma de restos.
Uno de los descubrimientos más sorprendentes es la Pirámide de Hielo, una asombrosa estructura que data de 1781. Con tres niveles, se utilizaba para almacenar hielo durante todo el verano. Los bloques, almacenados en un profundo sótano, se utilizaban para enfriar bebidas y hacer sorbetes, un lujo poco común en aquella época. La pirámide recuerda el ingenio y la originalidad del Siglo de las Luces.
Más adelante, el Templo al Dios Pan, construido en 1775, es un homenaje a la antigua Grecia y a la filosofía. Este pequeño edificio circular, con sus columnas toscanas y su suelo de mármol blanco y negro, estaba dedicado a la música y la reflexión. Simboliza el espíritu mismo del Désert de Retz: un lugar donde la gente viene a meditar, a reconectar con la naturaleza y el arte. Este templo, como muchos otros edificios del parque, contribuye al ambiente iniciático que reina aquí, invitando a los visitantes a un viaje de descubrimiento interior.
Más adelante, se encuentra la enigmática iglesia gótica en ruinas. A diferencia de los demás edificios, ésta es una auténtica ruina que data del siglo XIII. Esta capilla, antaño en el corazón de la aldea de Saint-Jacques de Retz, es hoy un melancólico vestigio del pasado. Monsieur de Monville se convirtió en su propietario tras largas negociaciones con el clero, y la incorporó hábilmente a su recorrido, reforzando la idea de un viaje en el tiempo.
Sin embargo, la pieza central del parque es la famosa columna destruida, verdadero icono del Désert de Retz. Construida en 1781, esta columna "en ruinas" es en realidad una ingeniosa invención: en el interior, su disposición es extremadamente refinada. Con una escalera de caracol iluminada por un techo de cristal, chimeneas de mármol blanco y espejos que reflejan el paisaje circundante, esta fábrica sirvió de residencia principal a Monsieur de Monville. Aún hoy, simboliza el genio creativo de la época, jugando con los contrastes entre el exterior en ruinas y el rico interior.
Otro descubrimiento insólito es la Carpa Tártara. Situada en la Île du Bonheur, evoca tierras lejanas y exóticas. Utilizada en su día como sala de armas por Monsieur de Monville, reputado como un excelente arquero, esta tienda de estilo nómada refuerza la impresión de viaje y evasión que proporciona este extraordinario parque.
A lo largo del camino, también se topará con otras estructuras intrigantes, como la Roca y la gruta vegetal enmarcada antaño por estatuas de sátiros.
El Désert de Retz es una invitación a la evasión y a la meditación, en un marco de una belleza natural excepcional. Es una verdadera evasión del tiempo, a pocos kilómetros de París. Cada fábrica es un testimonio de la inventiva y el refinamiento de la Ilustración. Un lugar que hay que visitar por sus paisajes, sus notables árboles y la historia que cuenta a través de estas creaciones únicas.
Como habrá deducido, el Désert de Retz es un lugar original donde podrá disfrutar de un hermoso entorno verde salpicado de paisajes insólitos. Es una buena manera de reponer fuerzas mientras descubre los tesoros de la región de Île-de-France. A lo largo del año, le esperan recorridos especiales, como el previsto para las Jornadas del Patrimonio.
Fechas y horario de apertura
Desde el 23 de noviembre de 2024
Ubicación
El desierto de Retz
Le Désert de Retz
78240 Chambourcy
Tarifas
Tarif enfant (8-17 ans) : €6
Tarif visite libre : €10
Tarif visite commentée : €14
Duración media
1 h
30 min
Sitio web oficial
www.ledesertderetz.fr