Situado en el corazón de París, en el barrio de la Ópera, a dos pasos de las Galerías Lafayette y del Printemps Haussman, el hotel fue construido en 1889 por el arquitecto Juste Lisch para acoger a los visitantes de la Exposición Universal. Una renovación de más de 42 millones de euros ha devuelto al hotel su antiguo esplendor, con un estilo exquisito. Una fina mezcla de patrimonio histórico y modernidad, a la vez contemporánea e intemporal.