Acogedor, tradicional, auténtico... así podría resumirse el espíritu de este encantador bistró, situado a la entrada de la Galerie del mismo nombre. Al entrar, le recibe una decoración art déco y burguesa (banquetas de terciopelo rojo, grandes espejos, etc.) y le sirven platos típicos de la cocina francesa (filete de ternera con salsa bearnesa, milhojas de tomate, tartar, pez espada a la plancha, etc.). Por la noche, también se puede disfrutar de una copa en el bar.