Es una pequeña fuente mundialmente famosa que lleva el nombre del escultor Jean-Baptiste Pigalle. Es el barrio rojo de París, con su moulin rouge, su museo erótico, sus sex-shops y sus hammams especiales. Como contrapunto a este tópico mundialmente conocido, Pigalle alberga bares acogedores, placitas encantadoras, teatros y las características urbanizaciones parisinas. He aquí un reportaje fotográfico sobre esta plaza llena de contrastes.
