Por primera vez, el castillo de Versalles dedica una gran exposición a Luis Felipe, que transformó la antigua residencia real en un museo dedicado a "todas las glorias de Francia". La exposición recuerda este momento decisivo para Versalles, que iba a disfrutar de una nueva vida. También destaca la implicación directa del Rey en el proyecto, su gusto por la historia y su deseo de dar a conocer la historia de la nación.