El 2 de septiembre de 1792, los Sans-Culottes entran en las cárceles parisinas y masacran a un millar de presos sospechosos de ser contrarrevolucionarios y partidarios del regreso del Rey.
El 10 de agosto de 1792, los Sans-Culottes asaltan el palacio de las Tullerías en una jornada sangrienta que marca el fin de la realeza y la monarquía en Francia.