Pruebe el masaje mental, una experiencia inmersiva a medio camino entre la relajación y la hipnosis, para disfrutar de media hora psicodélica en un agradable estado alterado de conciencia, gracias a la fotoestimulación.
Después del yoga, el pilates se ha hecho especialmente popular en París en los últimos años, y con razón: se han abierto varios estudios en la capital. En la calle Raymond Poincaré, en el distrito 16, acaba de abrir sus puertas un nuevo concepto: el Burning Bar, un lugar para practicar pilates en caliente en una sala más cálida de lo habitual.