¿Qué haríamos sin nuestros teléfonos? Hoy en día, muchas personas están pegadas a sus pantallas durante todo el día, en el trabajo, en el transporte público o en la calle, a veces hasta el punto de olvidar lo que ocurre a su alrededor. Un comportamiento que también afecta a los más jóvenes, a los que les cuesta concentrarse y prestar atención, incluso en la escuela. En un municipio de Seine-et-Marne, se dio a elegir a los habitantes si prohibían o no los teléfonos inteligentes en los espacios públicos. Participaron cerca de 300 personas de un total de 2.000. El 54% votó a favor, ¡sólo veinte votos menos que la mayoría!
En Seine-Port, el referéndum condujo a la creación de una carta sin pantallas, con el fin de ofrecer a los niños actividades alternativas. Dentro de unos días, el alcalde promulgará un decreto que prohibirá el uso de pantallas delante de los colegios, en las tiendas, mientras se pasea por la calle o en grupo en un mismo lugar. Sin embargo, dependerá de la buena voluntad de los vecinos, ya que no hay sanciones previstas.
La carta es válida en el espacio público, pero también puede aplicarse en el hogar, con consejos para evitar las pantallas por la mañana, en la mesa, en el dormitorio y antes de acostarse. A cambio, la ciudad tiene previsto crear una zona deportiva y un cineclub para mantener ocupados de otra manera a los más pequeños.