Ha muerto un icono cultural... Frédéric Mitterrand, antiguo Ministro de Cultura de Nicolas Sarkozy, falleció el 21 de marzo de 2024 a los 76 años, dejando tras de sí un legado cultural y artístico imborrable. "El antiguo Ministro de Cultura falleció el jueves 21 de marzo en su domicilio de París", dice un sencillo comunicado difundido por la familia. En él se precisa que"luchaba desde hacía varios meses contra un cáncer agresivo".
Nacido en París el 21 de agosto de 1947 en el seno de una familia muy implicada en la política francesa, Frédéric Mitterrand se distinguió rápidamente por su pasión por el cine y las artes. Diplomado por Science Po Paris, comenzó su carrera como exhibidor de cine en el Olympic del distrito 14 de París, un lugar emblemático para la proyección de las obras de grandes cineastas como Bergman, Kurosawa y Ozu. Esta iniciativa marcó el inicio de una larga y prolífica carrera en la cultura y las artes visuales.
Su paso a la televisión como presentador y productor reveló al gran público un personaje único con un estilo y una elocución inimitables, sobre todo a través del programa Etoiles et toiles en TF1, y después en Antenne 2 con Du côté de chez Fred y otros programas que dejaron huella en los años 80 y 90. Su compromiso con la creación y la difusión cultural le ha llevado a realizar documentales y películas, y a escribir, entre otros La Mauvaise vie, una autobiografía que provocó fuertes reacciones al abordar su homosexualidad y sus reflexiones personales sin tabúes.
En 2009, bajo la presidencia de Nicolas Sarkozy, Frédéric Mitterrand fue nombrado Ministro de Cultura, cargo que le permitió defender y promover la cultura francesa en toda su diversidad. Durante su mandato, afrontó grandes retos como la ley Hadopi, apoyó proyectos de gran envergadura como el Mucem de Marsella y la Philharmonie de París, y entabló un diálogo a veces acalorado con los intermitentes del espectáculo. Este periodo de su vida atestigua su compromiso inquebrantable con la cultura y su deseo de hacerla accesible a todos.
Los homenajes que han llovido desde el anuncio de su muerte subrayan el afecto y el respeto que le profesaban sus contemporáneos, entre ellos Jack Lang, que elogiaba"su aguda inteligencia, su humor cáustico, su infinita ternura y su rara bondad". Frédéric Mitterrand será recordado como un hombre elegante y apasionado, y un firme defensor de la cultura francesa.