Los días 14 y 15 de julio, París vibró al ritmo de la llama olímpica, pocos días antes de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de 2024. Más de 500.000 personas asistieron a este acontecimiento excepcional, iluminando la capital con su entusiasmo y su pasión por el deporte. He aquí un repaso a estos dos días inolvidables, que pusieron de relieve algunos de los lugares más emblemáticos y populares de París.
La llama olímpica partió de los Campos Elíseos de París el 14 de julio. La salida tuvo lugar en la avenida Foch, al mismo tiempo que el desfile militar organizado en la avenida para los días festivos de este año, con motivo de los Juegos Olímpicos. Tras pasar por laavenida Foch, la llama fue transportada por los Campos Elíseos por Thierry Henri, entrenador de la selección francesa de fútbol para estos Juegos, y después por el judoka Romane Dicko.
A continuación, se dirige a laAsamblea Nacional con un grupo de bailarines vestidos de azul, blanco y rojo, acompañados por Sylvie Tellier. La compañía se lanza a un espectáculo coreografiado por la bailarina Marie-Claude Pietragalla, al son de la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvořák.
Después de la Asamblea, ¡el Senado! La llama llega al Jardín de Luxemburgo, camino del Panteón. En el programa: un homenaje a las víctimas de los atentados de París, con Lassana Bathily, el empleado de la tienda Hypercasher que salvó a varias personas durante los atentados de enero de 2015, como portador de la antorcha. En el plano lúdico, un espectáculo artístico de Yoann Bourgeois rindió también homenaje a las víctimas. A continuación, la Gran Mezquita de París y, por último, la Sorbona.
El relevo de la antorcha continuó por la orilla del Sena, hacia la catedral de Notre-Dame-de-Paris, con Remi Lemaire, que ayudó a salvar la catedral durante el incendio de 2019. La llama fue acompañada por los bomberos de París.
Tras visitar el Memorial de la Shoah, el Museo Carnavalet y la Plaza de los Vosgos, nos dirigimos a la Plaza de la Bastilla con la bailarina de la Ópera de París Dorothée Gilbert y Hugo Marchand.
Después le tocó a Pierre Garnier, ganador de la última edición de Star Academy, portar la llama ante elOlympia, tras su paso por el Bataclan.
A continuación, la antorcha pasó por la Place Vendôme, la rue de Rivoli (en una bicicleta Vélib') y el Museo del Louvre, donde se encontraba el cantante del grupo de K-Pop BTS, Jin.
A continuación, la llama olímpica prosiguió su recorrido por el corazón del museo, con el artista JR, así como una bonita pose de Marie-Claude Pietragalla, portadora de la antorcha del museo, delante de la Libertad guiando al pueblo, de Delacroix.
También hubo un breve paseo por la Samaritaine, con varios corredores, entre ellos Anne Huret, que trabaja para Louis Vuitton, y Charles Leung, Director General de Chaumet.
El relevo finalizó con el encendido del pebetero en la Place de l'Hôtel de Ville pasadas las once de la noche.
El relevo comenzó el 15 de julio en laArena Porte de La Chapelle con la floretista Ysaora Thibus, símbolo de la energía y el espíritu festivo de los Juegos.
A continuación, la llama pasó por barrios emblemáticos como Montmartre, donde Jamel Debbouze portó la antorcha, acompañado de un fogoso French Cancan frente al Moulin Rouge. Un momento especial tuvo lugar en la plaza frente al Sacré-Coeur, que ofreció una impresionante vista de la ciudad y un espectáculo de danza hechizante.
La jornada continuó con memorables pasadas ante monumentos históricos y grandes lugares culturales. Matthias Dandois llevó la llama en una BMX sobre su rueda trasera frente a la Torre Eiffel.
La ruta también incluyó una parada en la Fundación Louis Vuitton, que exhibe arte y cultura con obras de Basquiat y Warhol.
Por la noche, el relevo terminó con broche de oro en la Plaza de la República, donde Nikola Karabatic encendió el pebetero olímpico ante una multitud entusiasta.
La jornada concluyó con un gran concierto en el que actuaron Mentissa, Jain y Ofenbach, creando un ambiente festivo y anticipando la inauguración oficial de los Juegos, el 26 de julio. París celebró por todo lo alto los dos días del relevo olímpico, rindiendo homenaje a su diversidad y a su espíritu de apertura al mundo.
