Los Juegos Olímpicos están en pleno apogeo, y el fútbol es uno de los candidatos a ganar la medalla de oro. Pero, ¿por qué nunca hay una estrella del fútbol en el equipo olímpico? La ausencia de estos iconos del fútbol se debe en parte a un conflicto de calendario con la FIFA, pero no es la única razón.
Las apretadas agendas hacen que reunir un equipo masculino para los Juegos Olímpicos sea un verdadero quebradero de cabeza. En 2021, el seleccionador de entonces, Sylvain Ripoli, tuvo una amarga experiencia al respecto en Tokio, y a Thierry Henry, su sucesor, tampoco le ayudó para París 2024. Como el torneo olímpico no forma parte del calendario de la FIFA, los clubes no están obligados a ceder a sus jugadores.
Esta situación tiene su origen en una antigua disputa entre el Comité Olímpico Internacional (COI) y la FIFA. En 1932, cuando la FIFA estaba creando su Copa del Mundo y el fútbol se estaba convirtiendo en un deporte cada vez más serio, el COI excluyó el fútbol masculino de los Juegos Olímpicos para preservar el amateurismo. Este deporte reapareció en 1936, pero sólo para jugadores aficionados.
En 1984, se produjo un pequeño cambio (que sigue vigente hoy en día): solo podían participar jugadores profesionales menores de 23 años, con una excepción para tres jugadores de más edad. Así es como Alexandre Lacazette llegó a liderar laselección olímpica francesa de fútbol como capitán en los Juegos Olímpicos de París 2024.
¡Vamos Bleus!