Prepárate para sumergirte de nuevo en el amable y conmovedor mundo de Heartstopper. El 3 de agosto, Netflix lanzó en su plataforma SVOD la segunda temporada de la serie, adaptación de las novelas gráficas de la ilustradora Alice Oseman, que también colabora en el guión. La serie sigue el viaje de dos adolescentes, Nick y Charlie, alumnos del Truham Grammar School, que desarrollan una profunda y sincera amistad antes de enamorarse perdidamente el uno del otro. Esta serie LGBTQIA+, de tono delicado y preciso, aborda con delicadeza y sensibilidad temas cruciales como la identidad, el amor y la salida del armario.
En cuanto al reparto, todo sigue igual, con Joe Locke (Agatha: Coven of Chaos...) y Kit Connor(Rocketman, Ready Player One, His Dark Materials: Crossroads, A Plague Tale: Requiem...) como Charlie Spring y Nick Nelson.) como Charlie Spring y Nick Nelson, así como Yasmin Finney (Elle Argent), William Gao (Tao Xu), Corinna Brown (Tara Jones), Kizzy Edgell (Darcy Olsson), Tobie Donovan (Isaac Henderson), Stephen Fry(El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos, Alicia a través del espejo, Bones.) como el director de la Truham Grammar School (voz en off) y Olivia Coleman(La favorita, Invasión secreta...) como Sarah Nelson, la madre de Nick. El reparto se refuerza con la llegada de Thibault De Montalembert(Dix pour Cent...) en el papel de Stéphane Fournier, el padre francés de Nick.
Una segunda temporada nos lleva al corazón de un conmovedor dilema: ¿cómo hacer oficial una relación entre chicos, no sólo ante sus amigos íntimos y sus familias, sino también ante el mundo exterior? Nick, de 16 años, recientemente consciente de su bisexualidad, es percibido como heterosexual por quienes le rodean, mientras que Charlie, de 15, ya se sabe que es gay.
Charlie, que ha sido víctima de acoso en el pasado, está decidido a proteger a Nick de este tormento. Mientras su amor sigue floreciendo a puerta cerrada, la cuestión de salir del armario se convierte en una fuente de tensión para la pareja, especialmente para Nick, dividido entre su amor por Charlie y su miedo a ser juzgado por los demás. Por si fuera poco, los dos protagonistas se preparan para un viaje de estudios a París que les deparará momentos inolvidables y románticos en la Ciudad de la Luz.
Nuestro veredicto sobre la 2ª temporada de Heartstopper :
¡He aquí una serie que te hace bien! Heartstopper es una favorita indiscutible, y la segunda temporada no hace más que reforzar esa sensación... Y lo hace a varios niveles, empezando por la narración. Más profunda y más lograda que la primera temporada, esta nueva tanda de episodios conserva la frescura y la estructura de los episodios de la primera temporada (un episodio, un aspecto de la evolución de la relación amorosa), al tiempo que es mucho más dinámica y rítmica. Está bien hecho, pero sin exagerar, y los ligeros toques de humor que salpican sutilmente la historia aportan un soplo de aire fresco al conjunto. La construcción es sólida y la historia se mantiene unida de principio a fin, a pesar del cambio de escenario un poco brusco en el viaje a París. Es un interludio que permite a la narración tomarse un respiro mientras continúa sin sobresaltos.
La historia es particularmente acertada en su enfoque del malestar que Nick siente a cada paso que da para afirmar su orientación sexual, primero con su madre (en la primera temporada), luego con su grupo de amigos, sus compañeros de clase y después con su padre, que muestra poco interés por su hijo. En cuanto al reparto, la segunda temporada confirma la química entre los actores, sobre todo entre el dúo protagonista, Joe Locke y Kit Connor, tan entrañables y acertados como siempre en su interpretación, especialmente anclada en la realidad.
En cuanto a la banda sonora, hay una buena selección de temas para apoyar la historia, incluyendo, por la parte "francesa", Hervé, Christine and the Queens y Louane. Una serie que nos lleva a reflexionar sobre lo que es el amor: un sentimiento -el verdadero amor en estado puro- por encima de todo, y por encima de cualquier consideración de género u orientación sexual. El amor trasciende, y eso es todo. El amor no distingue entre géneros, conmueve y arrasa, y ése es quizá el mensaje más importante de la serie. Los últimos cinco o diez desgarradores minutos de la segunda temporada nos habrán arrancado una lágrima (y la música tiene mucho que ver). LA serie que hace bien al alma, ¡no hay que perdérsela bajo ningún concepto!
Ya renovada por una tercera temporada, Heartstopper no ha terminado de acelerarnos el corazón. Entonces, ¿nos lo vamos a creer?