Es una de las películas francesas más esperadas del año. La razón es su reparto de 3 estrellas: François Civil, Adèle Exarchopoulos, Alain Chabat, Benoît Poelvoorde, Vincent Lacoste, Jean-Pascal Zadi, Élodie Bouchez, Karim Leklou, Raphaël Quenard, junto a los recién llegados Anthony Bajon, Mallory Wanecque y Malik Frikah.
Seleccionada para la competición oficial del Festival de Cannes, L'Amour Ouf, de Gilles Lellouche, llegará a los cines franceses el 16 de octubre de 2024. La historia se desarrolla en el norte de Francia en los años ochenta. Jackie (Mallory Wanecque) y Clotaire (Malik Frikah) crecen entre los bancos de la escuela y los muelles del puerto. Ella estudia, él pasa el rato. Entonces sus destinos se cruzan y se enamoran perdidamente. La vida intenta separarlos, pero nada lo consigue. Estos dos son como los dos ventrículos de un mismo corazón.
El fresco novelístico de Gilles Lellouche , que abarca más de 20 años, está dividido en varias partes desiguales. El resultado es una obra muy (¿demasiado?) densa que se resiente innegablemente de su duración (2 horas 45 minutos a pesar de todo), a pesar de un primer tercio muy convincente y, de hecho, superior a lo que sigue. Con un verdadero sentido del detalle en la reconstrucción de los años 80 - decorados, vestuario, música - el comienzo de L'Amour Ouf despertará recuerdos en una franja de espectadores.
Y son las versiones adolescentes de Jackie y Clotaire, interpretadas por Mallory Wanecque y Malik Frikah, las que resultan más conmovedoras en su inmadurez y desmesura. Mucho más que sus alter-egos adultos (François Civil y Adèle Exarchopoulos), que hacen difícil distinguir entre el personaje y la estrella que hay detrás. Y quizás de eso también adolece L'Amour Ouf: un reparto tan perfecto, tan esperado, que los deja por el camino.
Aunque es innegable que Lellouche tiene ganas de demostrar sus habilidades y conocimientos cinematográficos (me vienen a la mente Scorsese y PTA), su dirección desciende rápidamente hacia el exceso y el lucimiento. La cámara nunca es estática: ultraexpresiva, encadena planos enrevesados, se acerca y se aleja, se anima y se excita hasta el punto de que simples diálogos en campo/contracampo se hacen en paneos ultrarrápidos.
Está llena deideas formales, por supuesto, pero también se desboca en todas direcciones. Al esforzarse demasiado por combinar contenido y forma, la locura de sus personajes y la fluidez imparable de su trabajo de cámara, Gilles Lellouche olvida la esencia misma de una película llamada L'Amour Ouf: el sentimiento amoroso.
A pesar de la violencia -muy presente en la película-, la obra no cesa de intentar convencernos de que existe amor entre nuestros dos héroes. Con la ayuda de éxitos de aquellos años(Eyes without a face de Billy Idol, Au pays des merveilles de Juliet de Yves Simon), grandes vuelos de kitsch y escenas hiperestilizadas ambientadas con el tema de culto A Forest de The Cure, rozando la comedia musical (el director se declara fan de West Side Story), es como si esta pluralidad técnica sirviera de tirita para una cierta falta de sentimiento.
Al final,L'Amour Ouf es una película un poco pesada que se resiente de los deseos formales y exhaustivos de su director, a riesgo de resultar nauseabunda. Hay 300 gramos de amor de más, mi buena señora, me los pondré de todos modos...".
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