Nick Cave: he aquí un artista que ha superado con éxito la prueba del tiempo. Desde hace más de 40 años, el artista australiano se ha hecho un hueco en nuestra discografía ideal gracias a un genio innegable, una creatividad sin límites y un talento que es la envidia de muchos. Tras darse a conocer con The Birthday Party, The Bad Seeds, en solitario, con Grinderman y con su fiel colaborador Warren Ellis para el álbum"Carnage", Nick Cave también se ha hecho un nombre en varias ocasiones en el mundo del cine. El cantante, compositor y autor australiano ha sido responsable de varias bandas sonoras. Entre ellas, la serie"Peaky Blinders", así como las películas "El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford","Blonde" y, más recientemente,"Back to Black".
Pero Nick Cave es también su voz de barítono, reconocible entre mil, sus temas líricos recurrentes, incluso obsesivos, que incluyen la muerte, la religión, el amor y la violencia, y su contagiosa energía en directo, increíblemente generosa y fascinante. Ir a ver a Nick Cave en directo una vez es correr el riesgo de contagiarse, hasta el punto de querer revivir esta experiencia hechizante tantas veces como sea posible.
Eso es exactamente lo que les ocurrió a los numerosos fans que acudieron al concierto del 17 de noviembre en elAccor Arena de París. El domingo por la noche, el artista australiano ofreció el último concierto de su gira europea, "The Wild God Tour". Un gran recinto para el cantante de 67 años - su mayor escenario parisino hasta la fecha - que algunos fans parecieron lamentar. Muchos de ellos ya han tenido la oportunidad de verle en recintos más pequeños: el Olympia en 1994, la Mutualité en 2004, el Casino de París en 2008, el Zénith de La Villette en 2013 y 2017 y la Salle Pleyel para"Carnage" en 2021.
El domingo por la noche se agotaron las entradas para su primer concierto en elAccor Arena. Hay habituales y fans de toda la vida, por supuesto, pero también la generación más joven y muchos extranjeros, sobre todo ingleses.
Nick Cave & The Bad Seeds irrumpieron en el Accor Arena alrededor de las 20.50 horas. Había 6 músicos en el escenario, entre ellos su hermano de armas, el talentoso Warren Ellis, así como Colin Greenwood, de Radiohead, y cuatro coristas vestidos con túnicas gospel de lentejuelas.
Como siempre, el dandi Nick Cave iba vestido de punta en blanco: chaqueta a medida, camisa y corbata, zapatos de cuero perfectamente lustrados y el pelo peinado hacia atrás. Las primeras notas de "Frogs " resonaron en la sala. Nick Cave no tardó en apoderarse del escenario con fuerza. Increíblemente carismático y cercano a su público, el cantante se dirigió rápidamente al encuentro de sus fans en las primeras filas. Las manos de los espectadores estaban extendidas hacia el artista, que no dudó en tocarlas y estrechar calurosamente varias de ellas. Apenas había comenzado el espectáculo y algunos fans ya estaban maravillados con el tornado Nick Cave.
El cantante y The Bad Seeds siguieron con el single 'Wild God ', el tema homónimo de su último álbum, que tiene el aire de una canción evangélica. Nick Cave improvisó entonces como un predicador, martilleando repetidamente "Bring your spirit down ".
Pero la masa se transforma poco a poco y se vuelve mucho más rockera y explosiva, cuando Nick C ave y sus compinches cantan la embriagadora 'O Children ', con Warren Ellis tocando el violín de pie sobre una silla, seguida de la sensacional 'Jubilee Street '. Extraída de su álbum de 2013Push the Sky Away, la canción trata de una chica llamada Bee, cuenta Nick Cave, que también es un formidable narrador en sus conciertos, en los que comparte recuerdos a la vez dolorosos y tiernos.
Tras unas notas tocadas al piano, Nick Cave fue subiendo la temperatura antes de estallar de rabia. Se levantó de un salto y gritó por el micrófono. Desplazándose de un lado a otro del escenario, el cantante miró fijamente a sus fans a los ojos. El micrófono salió volando y el público entró en trance. A partir de ahora, la bestia salvaje está desatada y la intensidad seguirá siendo palpable durante un tiempo. Con razón, la banda continuó su set con la excelente 'From Her to Eternity '. Una vez más, Nick Cave agarró las manos del público de las primeras filas, llegando incluso a agacharse y arrodillarse en el escenario. Mucho más que un simple cantante, Nick C ave es uno de esos raros artistas que encarnan sus canciones a la perfección. Su rostro anguloso hace muecas. Se puede ver la rabia y luego el sufrimiento. "Cry, cry, cry ", repite varias veces ante un público cautivado y fascinado. De hecho, muchos de ellos le regalaron flores el domingo por la noche. Nick Cave recibió incluso un peluche. "No sé qué es esto. Soy yo ", bromeó.
Pero Nick Cave también sabe pasar de la furia a la melancolía en cuestión de segundos. La prueba está en las suaves notas de la conmovedora 'Long Dark Night ', seguida de la sublime 'Cinnamon Horses '. También está ese momento suspendido en el tiempo con la conmovedora 'Bright Horses ', donde la voz de Nick Cave, mezclada con las de los coristas y Warren Ellis, balanceándose en su silla, nos llega al alma. No podemos olvidar 'I Need You ', interpretada en solitario por Nick Cave al piano. Una canción que dedicó a su esposa Susie, que se encontraba entre el público.
Pero el poderoso sonido del rock no tardó en volver a sonar con fuerza, con dos viejas canciones de Nick Cave & The Bad Seeds: 'Red Right Hand ', de'Let Love In' (1994), y 'The Mercy Seat ', de'Tender Prey' (1988). No hizo falta mucho más para subir la temperatura en el Accor Arena, hasta el punto de que Nick Cave tuvo que quitarse la corbata.
Puede que Nick Cave sea el centro de atención, pero Warren Ellis es igualmente impresionante. El multiinstrumentista australiano, que vive en Francia desde hace muchos años y paga sus impuestos en Francia, como bromeó esa noche, tiene una presencia innegable mezclada con un desenfado asumido. Y entre Nick Cave y Warren Ellis, la complicidad es evidente y hermosa de contemplar.
Antes de abandonar el escenario, Nick Cave & The Bad Seeds optaron por interpretar "White Elephant ", extraída de"Carnage". Para la ocasión, se invitó a los coristas a bajar de sus podios e incorporarse a la parte delantera del escenario, para estar lo más cerca posible del público, junto a Nick Cave, que se mostró orgulloso de estar tan bien acompañado en esta gira.
Aplaudida calurosamente, la compañía abandonó el escenario. Pero el espectáculo aún no había terminado. Nick Cave y sus compañeros volvieron para un bis de cuatro temas. El set se reanudó con la embriagadora 'O Wow O Wow (How Wonderful She Is) ', dedicada a Anita Lane, ex miembro de The Bad Seeds. Para rendir homenaje a la compositora australiana, fallecida en 2021 a los 61 años, se proyectan imágenes en la pantalla del fondo del escenario, acompañadas de un extracto sonoro en el que se redescubre la voz de la artista. Profundamente bello y conmovedor.
Vuelta al pasado de nuevo con la dinámica 'Papa Won't Leave You, Henry ', seguida de la imperdible 'The Weeping Song '. Como un auténtico director de orquesta, Nick Cave envió una oleada de brazos alzados al foso, aplaudiendo frenética y rítmicamente. Mientras, Warren Ellis, armado con su violín, se removía inquieto en su silla. La comunión es total.
Después de tanta energía y sudor, Nick Cave decidió poner fin a este flamante y memorable concierto de dos horas y media con una interpretación a piano solo de la sublime "Into My Arms ". El público, aún embelesado, coreó el estribillo de "Into my arms, oh, Lord. Into my arms". Nick Cave parecía conmovido, y nos conmovió a su vez.
Es con la hermosa letra de este notable tema que el poeta Nick Cave decide dejarnos, con este sentimiento colectivo de alegría, tristeza y esperanza, ¡y este deseo furioso de ver a Nick Cave & The Bad Seeds en directo en París lo antes posible!
Lista de canciones
FrogsWild GodSong of the Lake OChildren JubileeStreetFrom Her to EternityLong Dark NightCinnamon Horses TupeloConversionBright HorsesJoy INeed YouCarnageFinal Rescue AttemptRed Right HandThe Mercy SeatWhite Elephant
Reminder OWow O Wow (How Wonderful She Is)Papa Won't Leave You, HenryThe WeepingSongInto My Arms
