Inaugurado hace más de 10 años, el Musée du Fumeur era ante todo un café y una librería, pero también un local de degustación de puros. Antes de eso, el número 7 de la rue Pache era una carnicería. Ha recorrido un largo camino desde entonces, y ahora es un museo por derecho propio. Aquí aprendemos que fumar es sagrado, con una dimensión chamánica compartida por indios e hindúes.
Así pues, fumar es ante todo un ritual espiritual.
El recorrido, organizado en 26 puntos de la A a la Z, se remonta a los orígenes del acto mismo: fumar. Además del tabaco, también abarca la evolución del uso del incienso, el cáñamo y el opio. Sus propiedades psicotrópicas y su lugar en la sociedad están representados por litografías, grabados y anuncios publicitarios. El gabinete fotográfico cuenta también con 180 retratos de famosos fumando: Audrey Hepburn, Brigitte Bardot, Hitchcock, Che Guevara, Gainsbourg... Otros dos espacios, la Galería y las Pinturas del Tabaco, ofrecen una exposición temporal, actualmente dedicada a caricaturas de fumadores, y la obra de Fréderic Degain sobre hojas enteras o recompuestas, un homenaje a la cultura maya.
Este pequeño museo, a la vez insólito y divertido, no es una incitación a fumar, sino más bien una explicación de la evolución de esta práctica, sobre todo en Francia. Además, el Musée du Fumeur se prepara para una segunda juventud, ya que en otoño ofrecerá nuevas actividades, volviendo a su primer amor, la degustación.