La historia de Francia está llena de personajes ilustres e insólitos que siguen sorprendiendo y fascinando hoy en día. Hoy vamos a contarle lahistoria de Charles d'Éon de Beaumont, espía de Luis XV que se distinguía por disfrazarse para llevar a cabo sus misiones. El Caballero d'Éon fue un auténtico pionero del transformismo, un maestro del disfraz que utilizó esta habilidad para servir a su país y navegar por las altas esferas de la diplomacia europea. Su legado perdura, recordándonos que la identidad es a menudo más compleja y matizada que las categorías tradicionales.
Desde muy joven,el Chevalier d'Éon destacó por su inteligencia y su habilidad para la esgrima. Pronto se incorporó al mundo de la diplomacia y se convirtió en espía del rey Luis XV. Fue durante estas misiones cuando d'Éon desarrolló su arte del disfraz. Para infiltrarse en los círculos de poder, a menudo se disfrazaba de mujer, aprovechando su aspecto andrógino y adoptando identidades femeninas con desconcertante facilidad.
Una de las misiones más memorables de d'Éon tuvo lugar en Rusia, donde se hizo pasar por lector de la emperatriz Isabel. Este periodo fue emblemático de su transformismo: d'Éon vivió y trabajó bajo una identidad femenina, consiguiendo acceder a información sensible al tiempo que evitaba sospechas. Este disfraz se convirtió en algo natural para él, y continuó oscilando entre su identidad masculina y femenina durante toda su vida.
En 1777, un acontecimiento importante cambió la vida de d'Éon. El rey Luis XVI, sucesor de Luis XV, accedió a pagar las deudas de d'Éon, que había sido enviado a Londres, a condición de que viviera como una mujer. De este modo, d'Éon debía pasar oficialmente el resto de su vida como mujer, convirtiéndose en un personaje público de intriga y controversia. Sin embargo, cuando se planteó su regreso a Francia, el Chevalier d 'Éon volvió a ponerse sus ropas masculinas y apareció en la corte con su uniforme de capitán de dragones en contra de los deseos del Rey. Luis XVI le ordenó "dejar el uniforme de dragona que seguía llevando y volver a las ropas de su sexo, prohibiéndole aparecer en el reino con otra ropa que no fuera la de mujer".
Sin embargo, Charles d'Éon de Baumont contravino una vez más esta orden: deseoso de participar en la Guerra de Independencia americana contra Inglaterra en 1779, se vistió de nuevo con uniforme de dragones, lo que llevó a las autoridades reales a condenarle al exilio en Tonnerre. En 1783 se le permitió de nuevo regresar a París, antes de partir hacia Londres en 1785. Diversos reveses de la fortuna provocaron su precaria existencia, e incluso después de los 60 años, el Caballero de Éon seguía participando en combates de esgrima vestido de mujer, lo que no le impidió ganar la mayoría de sus combates.
El Caballero de Éon murió el 21 de mayo de 1810, a la edad de 81 años y vestido de anciana. Sorprendentemente, entonces se descubrió que era un hombre: "Por la presente certifico que he examinado y diseccionado el cuerpo del Caballero de Éon en presencia del Sr. Adair, el Sr. Wilson y el Padre Élysée y que he encontrado en este cuerpo los órganos masculinos de la generación perfectamente formados en todos los aspectos", declaraba el cirujano Sr. Copeland en su informe.