¿Le apetece un paseo porla historia de Francia? Venga a descubrir los grandes castillos de Île-de-France, cuya piedra esconde secretos abiertos a los curiosos.
El castillo de Versalles es uno de los símbolos del poder absoluto de los reyes de Francia. Nunca se cansará de pasear por este mundo imaginado por Luis XIV para demostrar su poder al mundo entero. Y cada fin de semana, las 55 fuentes de las 850 hectáreas de jardines de Versalles ofrecen un espectáculo increíble, ¡heredado del Siècle Soleil!
Construido en el siglo XII por el rey Luis VI el Gordo, el castillo de Saint Germain en Laye era inicialmente una fortaleza situada en un lugar elevado, a salvo de los ataques. Aunque los reyes lo utilizaron como castillo de recreo, Saint Germain se convirtió en la residencia favorita del rey Francisco I, que hizo transformar la fortaleza en estilo renacentista. El magnífico monumento alberga hoy el Museo Nacional de Arqueología, que reúne obras maestras de la antigüedad celta y galo-romana -3 millones de objetos, 29.000 de ellos expuestos- desde el Paleolítico hasta la Alta Edad Media.
El castillo de Rambouillet, fortaleza medieval en su origen, ha visto pasar a príncipes y reyes a lo largo de los años, y descansa a tan sólo 45 km de París. Con el tiempo, la fortaleza se transformó en una finca de recreo real, con lugares dedicados a las actividades de ocio de reinas y princesas, como la Lechería de la reina María Antonieta y la Chaumière de Conchas de la princesa de Lamballe, ¡dos lugares notables por descubrir!
¿Sabía que el Louvre fue la primera residencia de los reyes de Francia? En 1190, el rey Felipe Augusto solicitó un castillo fortificado para proteger París. En aquella época, el castillo consistía en una fortaleza cuadrada (78 m por 72 m) rodeada por un foso de unos diez metros de ancho. Más tarde, el castillo fue ampliado por sus sucesores, que lo convirtieron en una residencia real menos militarizada. San Luis (1226-1270) hizo construir una gran sala con columnas en los sótanos del castillo. Francisco I (1494-1547) decidió demoler el palacio y reconstruirlo en estilo renacentista. El castillo fue ocupado por reyes hasta 1681, año en que se construyó el castillo de Versalles. Todavía se pueden encontrar vestigios del castillo fortificado en el sótano del Museo del Lou vre, y los pasos de los reyes aún se sienten en los salones del Louvre.
Conocido como residencia real desde el siglo XIV, este castillo fortificado fue utilizado como prisión desde el siglo XVI hasta el XIX: Fouquet, el Marqués de Sade y Mirabeau estuvieron detenidos aquí. Transformada en cuartel por Napoleón I, la fortaleza estaba destinada a proteger París y sigue siendo la sede del Service historique de la Défense. En la actualidad, aún se pueden visitar los pisos del Rey, la Sainte-Chapelle e incluso las secciones superiores del Donjon.
El castillo de Champs-sur-Marne es típico de las casas de campo del siglo XVIII. Construido en 1708 a petición del financiero de Luis XIV, luce suntuosas decoraciones rococó y chinoiseries pintadas a mediados del siglo XVIII por Christophe Huet. A su alrededor, 85 hectáreas de jardines descienden hasta el Marne, a lo largo de un camino de 900 metros salpicado de arboledas, estanques, esculturas y zonas más naturales y salvajes. Y una pequeña curiosidad: una granja de queso Brie contigua al castillo sigue albergando una quesería en su estado original, con utensilios de época que muestran el proceso de elaboración del queso Brie.
El castillo de Fontainebleau es el único castillo real e imperial que ha estado habitado durante 7 siglos. Comprende más de 1.500 habitaciones, con 130 hectáreas de parque, y ha permanecido inalterado desde el reinado de Napoleón III, cuyos grandes pisos aún pueden verse. Visitar Fontainebleau es disfrutar de una presentación excepcional de la historia, la historia del arte y la arquitectura francesas.
El poco conocido castillo de Blandy-les-Tours, situado en pleno centro de un pintoresco pueblo de la región de Seine-et-Marne, posee un rico patrimonio que ha sobrevivido a la historia, a las guerras y a los siglos. Fortaleza medieval conservada hasta nuestros días, es uno de los castillos más impresionantes de la región de Île-de-France. Le llevaremos a visitarlo.
El castillo de Bévilliers se menciona por primera vez en 1560 como casa solariega, pero el castillo de Breteuil tal y como lo conocemos (rebautizado por la familia de Breteuil cuando lo compró) se construyó en 1830. Se le añadieron dos alas y se restauró el jardín. En la actualidad, el castillo de Breteuil alberga una magnífica colección de escenas de cuentos de hadas de Charles Perrault, como Peau d'âne, Caperucita Roja y el Gato con Botas.
El Château Saint-Jean de Beauregard es un bello ejemplo del arte de vivir en el Grand Siècle... Su nombre procede de su arquitectura, que deja entrar el jardín en el castillo y ofrece una hermosa panorámica de los jardines de flores de 2 hectáreas. Lo que lo hace tan especial es que el castillo sigue habitado pero se puede visitar, al igual que su huerto lleno de flores, sus establos y su palomar.
La ciudad fortificada de Dourdan es uno de los vestigios medievales mejor conservados de Île-de-France. Terminado hacia 1222 por el rey Felipe Augusto, el castillo for tificado ha conservado la mayor parte de sus estructuras defensivas innovadoras para la época: fosos secos, muros cortina, torres y un châtelet de entrada.
El castillo de Auvers-sur-Oise fue construido hacia 1635 por Zanobi Lioni, un rico financiero italiano del entorno de María de Médicis. En 1662, el castillo fue vendido a Jean de Léry, Presidente-Tesorero de Francia, que transformó la residencia en un castillo a la francesa. Desde entonces, el castillo se ha convertido en un museo impresionista, dejando poco espacio a su arquitectura original en las salas interiores, pero sigue siendo un placer disfrutar del parque de 8 hectáreas y de los tres jardines: el jardín renacentista italiano, el jardín francés y el jardín inglés.
El castillo de Ecouen es un castillo renacentista construido en el siglo XVI para Anne de Montmorency. Para su residencia, el Condestable pensó a lo grande y contrató a los mejores artesanos de su tiempo, que incorporaron las mejores innovaciones de su época: pavimentos, vidrieras, revestimientos, frisos y paisajes pintados, mármol... En la actualidad, el castillo de Ecouen alberga un Museo del Renacimiento, cuyas obras proceden principalmente del Museo de Cluny (París). Destaca el espléndido tapiz de David y Betsabé, con sus imponentes dimensiones de 75 m de largo y 4,50 m de alto, y una de las primeras copias de la famosa Última Cena de Leonardo da Vinci, encargada a Marco d'Oggiono en Milán en 1506.
La historia de Villarceaux comenzó en el siglo XI, cuando Luis VII fundó un priorato benedictino para mujeres, que vivían prácticamente en autonomía. En el siglo XV, el lugar fue elegido para la construcción de un castillo fortificado destinado a proteger el Reino de Francia. Con el tiempo, la fortaleza se fue desarrollando y hoy existen dos castillos, un campo de golf, alojamiento en elantiguo aprisco renovado y una granja con tierras de cultivo.
El castillo de Roche Guyon data de la Edad Media, con una muralla delimitada por 4 torres, una de ellas de 38 metros de altura, que rodea un patio cuadrado y una torre del homenaje. Durante el Renacimiento, el castillo se amplió con un edificio principal y varias terrazas sostenidas por arcadas. En 1741, se añadió al castillo un huerto que bordea el Sena, convirtiéndolo en un lugar encantador muy apreciado por los impresionistas. En la actualidad, la sala de guardia, la sala de billar, el petit salon y la magnífica biblioteca han recuperado su esplendor del siglo XVIII.
El castillo de Jossigny es una residencia de estilo rococó construida en 1753 por Jacques Hardouin-Mansart y decorada por el ornamentalista rococó Nicolas Pineau. El edificio de 2.500 m² consta de una vivienda principal y dos pabellones laterales para la capilla y la cocina. El patio está delimitado a ambos lados por un invernadero de naranjos a la derecha, al sur, y establos a la izquierda. Aunque el castillo sigue existiendo, está cerrado al público (salvo en contadas ocasiones). El Centro de Monumentos Nacionales ha lanzado una convocatoria de proyectos para valorizar el castillo y abrirlo al público en los próximos años.
El Château de Maisons es una hermosa residencia situada al borde del bosque de Saint-Germain en Laye. Fue diseñado por Jean René de Longueil en un lugar estratégico, precisamente en el camino que conducía al rey desde el castillo del Louvre hasta el castillo de Saint-Germain en Laye. La idea era ingeniosa: reunirse con el rey ofreciéndole un breve descanso durante su viaje. El noble recurrió a Mansart para diseñar el castillo:incluso llegó a reservar un ala del edificio para el monarca, con elApartamento del Reycompuesto por un dormitorio con techo de cúpulas superpuestas y un salón de baile diseñado para el Rey Sol. Con esta estrategia, Jean René de Longueil esperaba atraerse los favores del rey, ¡que vino a pasar una noche en 1671!
Descubra el castillo de Monte-Cristo, la residencia imaginada por el escritor Alexandre Dumas. Situado en un jardín de estilo inglés en el corazón de Yvelines, cerca de Saint-Germain-en-Laye, encontrará un castillo del siglo XIX de estilo exuberante y su pequeño castillo de If. Le llevaremos a descubrir este patrimonio oculto, declarado Monumento Histórico.
El castillo de Malmaison, situado en Rueil-Malmaison, en el departamento de Hauts-de-Seine, alberga actualmente el Museo Nacional Napoleónico. Durante la Revolución, Josefina Bonaparte adquirió el castillo y éste se convirtió en el Palacio Imperial de Malmaison, transformándolo durante un tiempo en sede del gobierno.
La finca de Chantilly existe desde la Edad Media, pero fue durante el Renacimiento cuando Ana de Montmorency decidió hacer construir un château de plaisancede estilo renacentista francés por el arquitecto Jean Bullant. En el siglo XVII, Luis II de Borbón invitó al castillo a grandes artistas como Molière, Racine, La Bruyère y La Fontaine. En el siglo XVIII siguieron grandes obras: en 1719, Luis Enrique, duque de Borbón, amplió el dominio con las Grandes Écuries, y en 1740, Luis José continuó la obra de su padre con la construcción del Hameau, el teatro y el Jeu de Paume. Desgraciadamente, el Grand Château fue demolido durante la Revolución Francesa, pero fue reconstruido en 1875 por el duque de Aumale. Desde 1898, la finca está abierta al público y en ella se exponen todas las colecciones del duque de Aumale.
El Domaine de Compiègne fue comprado por Carlos V para construir un castillo fortificado. El edificio conservó su aspecto medieval hasta que Luis XV decidió restaurar el castillo de sus antepasados. Llamó al arquitecto Ange-Jacques Gabriel, pero éste murió antes de terminar las obras. Luis XVI se interesó por la propiedad y continuó las obras de renovación, con la creación de la nueva ala que da al parque, mientras que María Antonieta realizaba importantes reformas en el interior, incluidos losapartamentos del rey y de la reina. Bajo Napoleón I y Napoleón III, el castillo fue reformado y las decoraciones aún son visibles.
El castillo de Pierrefonds, joya de la arquitectura medieval, está situado en el departamento de Oise, a sólo una hora de París. Construido en el siglo XIV por Luis de Orleans, fue restaurado en el siglo XIX por el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc, que le devolvió su aspecto majestuoso. Una visita al castillo revela salas ricamente decoradas, chimeneas monumentales y coloridos frescos. Los jardines que lo rodean ofrecen vistas panorámicas sobre el bosque de Compiègne.
El castillo de Chambord se construyó a petición de Francisco I en 1519, en un momento en que Francia estaba en plena efervescencia política, intelectual, artística y filosófica. El castillo debía ser la joya arquitectónica de Francia, un símbolo de poder que se mostraría al mundo incluso antes que Versalles. La pieza central del castillo es la famosa escalera de doble giro, inspirada por Leonardo da Vinci, que hace que los que suben nunca se crucen con los que bajan. Una obra maestra. También podrá disfrutar de los jardines(jardines formales y jardín inglés) y del Cosson, el río que bordea el castillo.
El castillo de Cheverny es uno de los más conocidos del Loira. Construido en 1624, el castillo ha conservado su estilo clásico. Los pisos del 1er piso son testigos del arte de vivir a la francesa: la Cámara Natal, la Cámara del Rey, la Armería y el comedor privado... El parque de casi 100 hectáreas cuenta con un huerto, un jardín de aprendices, un jardín de tulipanes (para admirar en marzo y abril) y un laberinto.
El castillo de Chenonceau es conocido como el castillo de las Damas. Comprado por Francisco I en 1535, fue regalado a Diana de Poitiers, favorita del rey Enrique II. En 1559, Catalina de Médicis (viuda de Enrique II) reclamó el castillo e instaló al joven rey en Chenonceau, junto con la pompa italiana. En aquella época, Catalina de Médicis convirtió el castillo en un auténtico palacio veneciano, un "Ponte Vecchio" en Touraine. Todavía hoy se pueden visitar los salones de François 1er y Luis XIV, los dormitorios de Diana de Poitiers y Catalina de Médicis, y decenas de cuadros de Rubens, Primaticcio, Tintoretto, Correggio, Van Loo, Murillo, Clouet, Sassoferrato, Andrea del Sarto, Ribalta, Nattier, Veronese, Poussin, Van Dyck...
A dos pasos de Giverny, el castillo de Bonnemare es un hermoso castillo de estilo renacentista del siglo XVI para visitar en verano. En efecto, el castillo, el corral, la capilla, las caballerizas y la sidrería (Normandía está obligada) han resistido el paso del tiempo y ofrecen un marco auténtico para descubrir en ocasiones especiales, como las vacaciones y las Jornadas del Patrimonio.
Descubra el Royal Sunday Brunch del Château de Méridon en el Valle de Chevreuse
¿Qué tal un brunch real en el Château de Méridon? Situado entre Cernay la Ville y el castillo de Breteuil, es el lugar perfecto para disfrutar de un brunch tradicional en un entorno verde excepcional. [Seguir leyendo]
El real brunch de bogavante en el Château d'Hardricourt (Yvelines)
El Château d'Hardricourt, en Yvelines, presenta un brunch con bogavante todos los domingos. Qué le parece un brunch con bogavante y champán en el magnífico jardín del castillo? [Seguir leyendo]
Un brunch excepcional en el Château de Villiers-Le-Mahieu, en Yvelines, con todo tipo de animaciones
Si quiere ser ecológico y disfrutar de un brunch excepcional sin tener que viajar al otro lado del mundo, le invitamos a descubrir el Château de Villiers-le-Mahieu, en Yvelines. Perteneciente al grupo Les Maison de Campagne, este lugar también ofrece toda una gama de actividades incluidas en el paquete, para pasar un día fantástico. Golf, paseos en barco, ciclismo, juegos, cine e incluso un tentempié le esperan... [Seguir leyendo]
¿Qué castillo prefiere?
