La ciudad de Montrouge quiere ser más colorida. En la actualidad, hay una veintena de edificios de colores, una cifra que el ayuntamiento desea que aumente, para que las calles sean más atractivas y alegres.
En los últimos años, las flores falsas se han adueñado de las fachadas de los cafés parisinos. Aunque suelen atraer a turistas y aficionados a la fotografía, el Ayuntamiento de París quiere regular su uso.