Creadas en 2020 para apoyar a los restauradores frente a las restricciones sanitarias de Covid-19, las terrazas efímeras han transformado el paisaje urbano parisino ocupando aceras y plazas de aparcamiento. Populares por su convivialidad, el Ayuntamiento de París las ha convertido en permanentes bajo ciertas condiciones, introduciendo estrictas normas que regulan su uso. Autorizados únicamente de abril a octubre, ahora son de pago para regular mejor su presencia y limitar las molestias, sin dejar de ser una baza para la animación de las calles y el dinamismo económico de los establecimientos. Vuelven este mes de abril y le informamos de su reglamentación.
Con la llegada de la primavera, las terrazas efímeras vuelven a la capital. Desde el 1 de abril hasta el 31 de octubre de 2025, los parisinos podrán volver a disfrutar de estos acogedores espacios al aire libre. Bares, restaurantes y otros establecimientos podrán instalar sus terrazas bajo ciertas condiciones estrictas, entre ellas una hora de cierre a las 22.00 horas para garantizar la tranquilidad de los vecinos.
Para abrir una terraza de verano, los comerciantes deben obtener la autorización del Ayuntamiento de París. Una vez autorizadas, pueden instalarse en aceras, plazas de aparcamiento, plazas, medianas y calles que hayan sido peatonalizadas temporalmente. No obstante, existen normas precisas que regulan estos acondicionamientos.
En la acera: se autoriza la extensión delante de la empresa y, con condiciones, delante de los edificios vecinos. En una plaza de aparcamiento: el entarimado y la protección lateral son obligatorios, pero está prohibido ocupar plazas reservadas (reparto, PMR, taxis, bicicletas, etc.).
Para armonizar el espacio público, sólo se permiten mesas, sillas y sombrillas, con una altura máxima de 1,30 metros. Se fomenta la vegetación, pero sin obstruir totalmente la vista.
Están prohibidos: los techos, las lonas, los barnums, la madera de palés, así como cualquier aparato de audio, calefacción o aire acondicionado. Fuera del horario de apertura, el mobiliario debe guardarse en el interior del establecimiento o asegurarse a lo largo de la fachada.
Como cada año, los controles correrán a cargo del Ayuntamiento y la policía municipal. Los infractores se arriesgan a multas de entre 68 y 135 euros por molestias o falta de mantenimiento. Para las infracciones más graves, las sanciones pueden incluir una multa de hasta 500 euros y la retirada forzosa. La reincidencia puede conllevar el cierre administrativo y la retirada de la licencia durante tres años.
Las terrazas ya no están reservadas a bares y restaurantes. Ahora también pueden solicitarlas librerías, tiendas de discos, floristerías y hoteles . Una vez concedido, el permiso se renueva tácitamente cada año, siempre que se cumpla la normativa.
A partir del 1 de abril, podrá volver a disfrutar de las terrazas efímeras y saborear los días soleados de París.