Entre todos los que llegan para los Juegos Olímpicos y todos los que buscan una escapada de vacaciones, la amenaza de huelgas en los aeropuertos es una muy mala noticia. En plena temporada estival, los aeropuertos de Roissy-Charles-de-Gaulle y Orly registran una afluencia diaria de unos 350.000 pasajeros, y este año, con la llegada de los Juegos Olímp icos, se han puesto en marcha toda una serie de medidas. Los sindicatos han lanzado un ultimátum: si no hay respuesta de la dirección antes del 5 de julio, darán un preaviso de huelga, lo que podría causar trastornos un mes antes del comienzo de los Juegos Olímpicos.
Las reivindicaciones de los sindicatos, entre ellos CGT, CFDT, FO y UNSA, son claras: piden medios suplementarios para gestionar el aumento previsto del tráfico aéreo y la organización de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Los sindicatos también reclaman primas uniformes y justas para todo el personal durante este periodo, y denuncian las medidas consideradas discriminatorias.
El grupo ADP, que gestiona los aeropuertos de París, no prevé un aumento significativo del número de pasajeros durante los Juegos. Sin embargo, se han tomado medidas específicas para acoger a los atletas, como rutas específicas e infraestructuras temporales. A pesar de estos preparativos, los sindicatos insisten en la necesidad de un plan de contratación adecuado para cada categoría de personal, alegando que existe un déficit de casi 1.000 puestos.
Las tensiones no son nada nuevo. El pasado mes de mayo, un primer intento de huelga no causó grandes trastornos. Sin embargo, con los Juegos Olímpicos a la vista, los sindicatos esperan que su huelga tenga un impacto más significativo y obtenga una respuesta favorable de la dirección.
Las reivindicaciones de los asalariados de ADP se inscriben en un contexto más amplio de movilizaciones en los sectores públicos en vísperas de los Juegos Olímpicos. Ya se han concedido primas de actividad a los empleados de la RATP y la SNCF, tras el éxito de las movilizaciones. Los sindicatos de ADP esperan obtener resultados similares, poniendo de relieve el deterioro de las condiciones de trabajo y la necesidad de garantizar el derecho a vacaciones durante todo el año.
La dirección de ADP aún no ha reaccionado oficialmente a este ultimátum. El Director General, Augustin de Romanet, actúa actualmente por su cuenta después de que el gobierno se negara a concederle un tercer mandato. Es mucho lo que está en juego, ya que los ojos del mundo se vuelven hacia París con motivo de los próximos Juegos Olímpicos.
El tira y afloja entre los sindicatos y la dirección de ADP se intensifica, por lo que los próximos días serán decisivos para el futuro de esta movilización. Sin un acuerdo rápido, es probable que pasajeros y deportistas se enfrenten a importantes trastornos a partir de principios de julio.
