Después de todo, ¿por qué iban a ser los vivos los únicos en someterse a un escáner? Neha es el nombre de esta sorprendente paciente que ha acudido al hospital de Lens para someterse a un TAC. Hasta aquí todo normal, pero se trata de una momia de 2.900 años de antigüedad, ¡que forma parte de la colección del Museo del Louvre! Según el hospital, el examen proporcionó valiosa información a los especialistas del centro de conservación del Louvre en Liévin.
Gracias a máquinas cada vez más potentes, se podrán dar muchas respuestas a la pregunta de cómo se conservaban los cuerpos y las tradiciones de los egipcios. El equipo pudo ver en las imágenes que"se había extirpado el cerebro y rellenado la caja torácica y la boca", y que se habían añadido objetos a la momia, como un escarabajo, una placa pectoral y un collar con amuletos.
Había que manipular este precioso paquete con especial cuidado para no dañarlo. Otra momia, la de Séramon, ya había sido sometida a este examen antes que Neha, en Lyon.