Muere Michel Blanc, el emblemático Jean-Claude Dusse, un gigante del cine francés

El actor, guionista y director Michel Blanc, conocido por su emblemático papel en la compañía Splendid, falleció a los 72 años en la noche del 3 al 4 de octubre tras sufrir un infarto en un hospital de París. Con décadas de destacadas contribuciones al cine francés, Blanc deja tras de sí una obra inolvidable, tanto cómica como dramática.

Michel Blanc falleció a los 72 años en la noche del jueves 3 al viernes 4 de octubre en París, a consecuencia de un infarto. Nacido en Courbevoie, se dio a conocer en los escenarios con la compañía Splendid, junto a Christian Clavier, Gérard Jugnot, Thierry Lhermitte y Josiane Balasko. Un pilar del cine francés que, además de sus papeles cómicos, ha impresionado al público por su capacidad para interpretar personajes complejos y dramáticos.

Inicialmente conocido por sus papeles cómicos como Jean-Claude Dusse en Les Bronzés (1978), de Patrice Leconte, Michel Blanc ha establecido un estilo único, interpretando personajes a la vez hilarantes y exasperantes. Pero lejos de encerrarse en un solo estilo, se atrevió a diversificar su carrera con papeles más oscuros y dramáticos, como Antoine en Tenue de soirée (1986), de Bertrand Blier, que le valió el premio al mejor actor en Cannes, y la psicológica Monsieur Hire (1989), de Patrice Leconte.

Principales papeles de Michel Blanc

Michel Blanc llamó la atención del público por primera vez con las películas de culto de Le Splendid, algunas de las más memorables de las cuales se enumeran a continuación:

Les Bronzés (1978), de Patrice Leconte: El torpe y desesperado papel de Jean-Claude Dusse le hizo enormemente popular. La película se convirtió en un clásico de la comedia francesa.
Les Bronzés font du ski (1979): Continuación de las aventuras de la pandilla, con Jean-Claude Dusse tan hilarante como siempre.
Marche à l'ombre (1984): Comedia dirigida por Michel Blanc, en la que interpreta a Denis, un músico fracasado. La película fue un gran éxito y consolidó su estatus de cómico popular.

Una carrera centrada en papeles más dramáticos

Aunque se dio a conocer por sus personajes de "perdedor", Michel Blanc pronto trató de explorar otros géneros. Entre sus papeles dramáticos más famosos figuran :

Tenue de soirée (1986) de Bertrand Blier: Interpreta a Antoine, un travesti, en una comedia negra. Su interpretación le valió el premio al mejor actor en Cannes.
Monsieur Hire (1989), de Patrice Leconte: Adaptación de una novela de Georges Simenon, esta película dramática presenta a un hombre solitario e inquietante que obsesiona a una joven.

Director y guionista de talento

Michel Blanc no sólo fue actor, también dejó su huella detrás de la cámara. Dirigió varias películas, a menudo teñidas de burla y mofa de sí mismo:

Grosse fatigue (1994): Dirigida y escrita por Michel Blanc, esta película, que narra las desventuras de un actor acosado por su doble, obtuvo el Premio de Guión en el Festival de Cannes.
Embrassez qui vous voudrez (2002): Esta comedia ácida sobre las relaciones de pareja confirma su talento como director. La película reúne a un reparto impresionante, que incluye a Charlotte Rampling y Carole Bouquet.

Reconocimientos y premios

A lo largo de su carrera, Michel Blanc ha recibido numerosos premios por su trabajo:

Premio de interpretación masculina en Cannes (1986) por Tenue de soirée.
Premio deguión en Cannes (1994) por Grosse fatigue.
Premio Molière al mejor adaptador (2004) por L'amour est enfant de salaud.
César al mejor actor de reparto (2012) por L'Exercice de l'État, en la que interpreta a un consejero político.

El espléndido legado

Puede que Les Bronzés 3 (2006) no haya sido un éxito de crítica, pero Michel Blanc nunca ha renegado de sus años con la compañía Splendid. Hasta hace poco, hablaba con cariño de sus cómplices de toda la vida, aunque reconocía que el estilo cómico de la época había evolucionado. En 2021, laAcademia de los César concedió un César de aniversario a Le Splendid, en reconocimiento del impacto de la compañía en el cine francés.

Su muerte marca el final de un capítulo importante del cine francés. Michel Blanc deja tras de sí papeles inolvidables, guiones agudos y una carrera marcada por la audacia, el rigor y el talento.