La noche del miércoles 28 de agosto, París brillará bajo los focos del mundo entero con motivo de la ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos de París 2024, con una puesta en escena sin precedentes desde los Campos Elíseos hasta la Plaza de la Concordia. ¿El corazón del espectáculo? Los 700 trajes diseñados por Louis-Gabriel Nouchi, joven promesa de la moda.
Desde sus talleres de Aubervilliers, Nouchi ha diseñado trajes que rinden homenaje a la bandera francesa, jugando con el azul, el blanco y el rojo, pero también en oro y plata, un guiño a las medallas. Fiel a su enfoque integrador y audaz, no ha creado simples trajes de escena. No, para Nouchi, estas prendas cuentan una historia: la de la moda inclusiva, sostenible y comprometida.
Para el diseñador, que fundó la marca homónima LGN Louis Gabriel Nouchi en 2018, no se trata de trajes, sino de ropa. ¿Su especialidad? Romper códigos combinando streetwear y alta costura, jugando con los contrastes entre difuminado y sastre. Es un enfoque que celebra la diversidad de los cuerpos, con tallas hasta la triple XL y cortes que se adaptan a todos, sin sacrificar nunca el estilo, como demostró Christine and the Queens cuando revisitó a Édith Piaf con un traje de terciopelo rojo.
Para esta ceremonia, titulada Paradoxe, Louis-Gabriel Nouchi recurrió a lo ordinario para crear lo notable, incluso lo extraordinario. Los conjuntos monocromos, salpicados de bordados, pedrería y juegos de transparencias, encarnan una moda que difumina las fronteras entre lo cotidiano y lo excepcional, con guiños a la iconoclasia de Alexander McQueen y a los vestidos de los años veinte.
Esta noche no es sólo una ceremonia de inauguración, sino un manifiesto de la moda que abraza las paradojas y celebra la belleza en todas sus formas.