Este año, la circunvalación de París celebra ya su 50 aniversario. Esta gran autopista urbanaque rodea la capital no siempre fue una carretera y tiene una historia bastante triste, estrechamente ligada a la evolución de la sociedad parisina y a su urbanización. Creadas para proteger la ciudad, las líneas de la actual circunvalación acogieron durante varias décadas a la parte más pobre de la población, la que no podía encontrar vivienda ni en París ni en los suburbios adyacentes, donde los precios ya eran demasiado elevados.
Las fortificaciones de 1850, de 250 metros de ancho y casi 35 kilómetros de longitud, delimitaban una zona militar destinada a mantener la seguridad de la ciudad. Al mismo tiempo, la ciudad empezó a cambiar y modernizarse, gracias a la obra de Haussmann, a quien debemos esta arquitectura tan característica. Los precios de la vivienda subieron y las clases trabajadoras se trasladaron a los suburbios. Pero los trabajadores más pobres tampoco podían permitírselo y se vieron obligados a vivir en lo que entonces se conocía como la"Zona".
Entre ellos figuran traperos, basureros, vendedores ambulantes y trituradores. Considerada insalubre y bastante peligrosa, la Zona no es un lugar agradable para vivir, y en ella actúan muchos delincuentes, como los apaches. A pesar de que se pidieron reglamentos para hacer frente a la situación, las autoridades públicas optaron en su lugar por reurbanizar la zona después de la Primera Guerra Mundial.
La primera idea, convertir la circunvalación en una zona natural para que París respirase, fracasó, y sólo después de la Segunda Guerra Mundial se impuso la idea de una autopista urbana, en un intento de aliviar la congestión del tráfico. En los años sesenta se acometió un gran proyecto y la zona fue desapareciendo poco a poco, hasta que en 1973 Pierre Messmer, Primer Ministro de Pompidou, inauguró la circunvalación.
Pero esta historia dejó huella en la época, y el término"zonards" ha seguido formando parte del vocabulario, a veces utilizado en canciones, dando a entender una actitud generalmente despectiva hacia los suburbios.