¿Lo sabía? El Palacio del Elíseo alberga un reloj de arena que tardará mil años en agotarse.

Por Cécile de Sortiraparis · Fotos de Cécile de Sortiraparis · Publicado el 23 de septiembre de 2024 a las 23:20
Es una obra original y fascinante, creada por el artista francés Benoît Pype: se espera que el reloj de arena milenario tarde 1.000 años en agotarse. Está instalado en el despacho del Presidente de la República.

Hace mucho tiempo, antes de que los teléfonos inteligentes y los asistentes virtuales formaran parte de todos los hogares, los relojes de arena eran habituales. Ya fuera para medir el tiempo de cocción de un huevo pasado por agua o para cronometrar una partida de charadas, los relojes de arena se utilizaban con frecuencia en la vida cotidiana.

Al reloj de arena del Elíseo, en cambio, es probable que le cueste encontrarle una utilidad. En el salón dorado, que sirve de despacho al Presidente de la República, podrá admirar una curiosidad tan artística como filosófica.

Es posible que ya lo haya visto si participó en las visitas de las Jornadas del Patrimonio. El reloj de arena del milenio se encuentra frente al despacho del Jefe del Estado. Creado en 2021 por el artista francés Benoît Pype, el reloj de arena del milenio no ha dejado de funcionar desde su creación. Sin embargo, su arena nunca ha salido del todo, y con razón: se espera que tarde mil años en verterse por completo.

En realidad, el reloj de arena milenario está lleno de un fluido resinoso que tarda mucho tiempo en separarse: se forma y cae una gota cada diez años de media, según las previsiones del artista y los estudios científicos que inspiraron esta obra. Una gota por década, y un milenio para vaciar un reloj de arena: ¿quién estará ahí para comprobar que este experimento artístico ha funcionado dentro de 100, 200, 800 años?

Palais de l'Elysée Paris - salon doré bureau président de la républiquePalais de l'Elysée Paris - salon doré bureau président de la républiquePalais de l'Elysée Paris - salon doré bureau président de la républiquePalais de l'Elysée Paris - salon doré bureau président de la république

De eso trata este proyecto. Para que el reloj de arena cumpla su función, hay que preservarlo y protegerlo, y la humanidad debe aguantar para verlo cambiar. Benoît Pype apuesta por el futuro, pero también por nuestro instinto de supervivencia. El fluido del reloj de arena se licua más rápidamente si aumenta la temperatura. La obra actúa también como una cuenta atrás casi ominosa: el calentamiento global podría acortar literalmente nuestro tiempo en la Tierra.

Ya sea una advertencia o un mensaje de esperanza, todos podemos ver en este reloj de arena milenario lo que queremos: el artista nos ha invitado a reunirnos dentro de mil años, el mismo día, a la misma hora, en el mismo despacho presidencial.

Información práctica

Ubicación

55, rue de Faubourg-Saint-Honoré
75008 Paris 8

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