Si circula por París en un vehículo ruidoso, ¡pronto tendrá que tener cuidado con los radares fijos! Como anunció el equipo municipal al presentar el "plan contra el ruido 2021-2026", destinado a reducir la contaminación acústica en 2 decibelios en los próximos cinco años, los sensores capaces de controlar el ruido emitido por los vehículos excesivamente ruidosos pronto podrán sancionarle.
La lucha contra la contaminación acústica vial se intensifica en la capital, según revela Le Parisien. A partir del verano de 2025, los vehículos demasiado ruidosos serán objeto de radares llamados "antirruido", capaces de detectar y sancionar la contaminación acústica excesiva. Estos radares fueron instalados a modo de prueba en 2022 en dos barrios de París, la rue d'Avron (en el distrito 20) y la rue Cardinet (en el distrito 17), por la asociación Bruitparif, especializada en el análisis del entorno acústico. Tras unos resultados prometedores, estos dispositivos están a punto de entrar en la fase en que se harán cumplir.
Estos radares -o sensores "Medusa"- podrán multar automáticamente a las motos, scooters e incluso coches que superen los umbrales autorizados. El principio es sencillo: en cuanto un vehículo, ya sea una moto o un coche, emita un nivel de ruido superior a 85 decibelios, se le impondrá una sanción. Este umbral está especialmente dirigido a los tubos de escape manipulados, que suelen ser fuente de contaminación acústica. Instalados en lo alto de postes, los radares utilizan tecnología avanzada para identificar con precisión los vehículos infractores, incluso en condiciones de tráfico denso.
Pero, ¿qué criterios se utilizarán para sancionar automáticamente a los vehículos demasiado ruidosos? Los sensores "Méduses " permitirán"identificar y sancionar a los vehículos excesivamente ruidosos por exceso de revoluciones, velocidad excesiva, desenfreno, utilización de un escape no homologado o modificado, o supresión del deflector en las motos", explica Bruitparis, la organización que se encargará de diseñar los radares.
Las pruebas iniciales realizadas entre enero y octubre de 2022 revelaron que entre 10 y 44 vehículos al día superaban los límites de ruido en París. Se llevó a cabo una fase inicial sin multas en siete autoridades locales piloto, entre ellas París, Niza y Toulouse. Este periodo sirvió para perfeccionar la tecnología y preparar su homologación. A partir del verano de 2025, los radares entrarán en una segunda fase, esta vez con multas. Cada infracción se castigará con una multa fija de 135 euros, que se reducirá a 90 euros si se paga en un plazo de 15 días.
El sistema "Hydre" de Bruitparif, que ya se ha probado en otras ciudades europeas como Bruselas y Barcelona, refleja el creciente deseo de reducir la contaminación acústica en el día a día. Las autoridades esperan que al final de esta segunda fase, prevista para finales de 2025, puedan desplegarse radares de ruido en todo el país.
Mientras tanto, parisinos y turistas pueden esperar un cambio notable en su entorno acústico. Este proyecto, pilotado por el Ministerio francés de Transición Ecológica, refleja la creciente importancia que se concede a la calidad de la vida urbana. Un paso más hacia unas calles más silenciosas y respetuosas con su entorno sonoro.