Inaugurado el 27 de octubre de 2003 por Nicolas Sarkozy, entonces Ministro del Interior, el radar de velocidad más antiguo de Francia está situado en Ville-du-Bois, en Essonne. Este dispositivo será el primero de los más de 4.500 radares automáticos actualmente en funcionamiento en Francia (según France Inter).
Originalmente, este radar se utilizaba para hacer cumplir el Código de la Circulación, que estipula que los automovilistas no deben superar los 90 km/h en carretera (antes límite actual de 80 km/h) y los 50 km/h en ciudad. Tras el decreto de aplicación del 11 de julio de 2003 sobre la ley nº 2003-495 del 12 de junio del mismo año, Francia adoptó una serie de medidas destinadas a reducir la seguridad vial. Por último, el mismo día, un decreto interministerial de 27 de octubre de 2003 permitió la instauración de un sistema de registro automático de determinadas infracciones y el envío de la multa al domicilio del propietario del vehículo. Ese mismo día, Nicolas Sarkozy y Gilles de Robien (entonces Ministro de Transportes) inauguraron el primer radar automático de velocidad, en la N20 a la altura de Ville-du-Bois.
En sus 20 años de existencia, el radar ha dado más de 553.000 flashes a los automovilistas, según la autoridad francesa de seguridad vial, sancionando a los conductores que conducen demasiado rápido. Veinte años después, el aparato sigue en servicio y continúa dando flashes a quienes tienen la desgracia de conducir un pelo demasiado rápido en ese punto.