No cabe duda de que estos Juegos Olímpicos no dejan de ofrecernos imágenes increíbles. Entre los invitados que han acudido a presenciar los acontecimientos se encuentra una ballena de Tahití. Y nos acaban de decir que no había reservado su entrada para ver el surf.
En París, monumentos emblemáticos como la Torre Eiffel, el Grand Palais o el Castillo de Versalles se transforman en estadios para acoger las competiciones. Al otro lado del globo, las olas de Teahupo'o, en Tahití, ofrecen un escenario igualmente increíble para el surf, y las ballenas parecen entenderlo.
El lunes 5 de agosto, durante la última semifinal femenina, una ballena decidió hacer una aparición sorpresa. El animal marino se invitó a sí mismo a entrar en el campo de las cámaras, cautivando tanto a los espectadores como a los comentaristas deportivos, entre ellos Justine Dupont y Michel Bourez para France Télévisions."¡Oh, el baile de la cría de ballena! La madre no puede estar lejos", exclamó Bourez, asombrado por esta escena inesperada.
La visita pareció traer suerte a Tatiana Weston-Webb, que se clasificó para la final antes de perder contra la estadounidense Caroline Marks. La francesa Johanne Defay ganó la medalla de bronce al vencer a Brisa Hennessy, lo que supuso la primera medalla olímpica para el surf francés.
En la prueba masculina, el francés Kauli Vaast se proclamó campeón olímpico tras vencer al australiano Jack Robinson. Con estas victorias, Francia ascendió al tercer puesto del medallero general, por detrás de Estados Unidos y China, con un total de 48 medallas. Se trata de la mejor actuación de Francia desde los Juegos de Atlanta, con la posibilidad de superar las 15 medallas de oro al final de la semana.
La inesperada presencia de la ballena restituyó sin duda una de las imágenes memorables de esta semifinal de surf en Teahupo'o, convirtiéndola en una jornada mágica e inolvidable tanto para los espectadores como para los atletas. Una anécdota que quedará grabada en la memoria de los Juegos Olímpicos de París 2024.
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