Los Ángeles está en llamas. En la última semana, los peores incendios de la historia de la ciudad californiana se han cobrado 24 vidas y han causado una destrucción masiva. Esta tragedia plantea una cuestión candente: ¿estará preparada la Ciudad de los Ángeles para los Juegos Olímpicos de 2028?
Programado del 14 al 30 de julio de 2028, el acontecimiento mundial coincide con un periodo de alto riesgo de incendios forestales, un problema exacerbado por el calentamiento global. Dos de las sedes olímpicas, incluida la villa de los atletas, están situadas cerca de zonas incendiadas. Aunque todavía no se ha visto afectada ninguna infraestructura, la preocupación va en aumento.
El Gobernador Gavin Newsom se muestra decidido y hace un llamamiento a la cooperación:"Esto no hace sino reforzar la necesidad de actuar con rapidez en un espíritu de colaboración", según franceinfo. Pero otras voces, como la de Simon Chadwick, profesor de economía y geopolítica del deporte en Skema París, advierten del posible impacto de futuras catástrofes climáticas en los Juegos.
Las soluciones previstas van desde una revisión minimalista del acontecimiento inicial hasta su retirada total. Según Mael Besson, antiguo experto en transición ecológica del Ministerio de Deportes, hay que considerar todos los escenarios: "En los Juegos de Tokio, no podíamos imaginar la celebración de unos Juegos Olímpicos sin público, y el Open de Australia se vio afectado por los incendios", según información de franceinfo.
Aún más radical, Mark Dyerson, profesor de la Universidad de Pensilvania, sugiere trasladarse a París, donde las infraestructuras están preparadas y probadas. Una idea que, aunque "desafortunada", podría ser considerada por el COI (Comité Organizador de los Juegos Olímpicos), según sus comentarios en el New York Post.
Entre la reconstrucción y la organización, Los Ángeles tiene mucho trabajo por delante. Los costes de los seguros podrían dispararse, recordando el costoso aplazamiento de los Juegos de Tokio. Una cosa es segura: los próximos años serán decisivos para el futuro de los Juegos de 2028.