A lo largo del camino, seguirá el curso del canal y sus variados paisajes, algunos muy verdes, otros más urbanos. A decir verdad, el tramo entre Pantin y Noisy-le-Sec no es el más bonito, pero una vez superado, el carril bici le llevará por la parte más verde del Canal de l'Ourcq, bordeada de altos árboles y pequeñas casas opulentas.
Sólo tiene que pedalear unos kilómetros más y ya está en el
Parque de la Poudrerie. Podrá explorar los senderos de este parque poco conocido en bicicleta o a pie: en familia, nos gusta especialmente el
rocódromo y la gran
zona de juegos infantiles. Si es hora de
hacer un picnic, aprovecha para sentarte en una de las mesas de madera habilitadas, a dos pasos de la
zona de restauración (donde podrás comer, tomar un café, merendar...). Después, es hora de dar un paseo (a pie o en bicicleta) y descubrir los
vestigios de la poudrerie del siglo XIX: ¡no se pierda el
pabellón Maurouard y la Cartoucherie!
Si el
Museo de la Poudrerie está abierto, también es una buena ocasión para visitarlo y descubrir el pasado industrial del parque. Antes de marcharse, cruce el pequeño puente del
Parque de la Poudrerie, que da al
Canal de l'Ourcq, para descubrir
el Bosque de la Tussion, más salvaje que el parque, pero perfecto para pasear o incluso jugar a
la petanca .
A continuación, regrese a La Villette siguiendo exactamente el mismo recorrido que a la ida: ¡en unos quince kilómetros habrá llegado! Un paseo en bicicleta ideal para principiantes y no deportistas.