Conocer París al dedillo es un reto imposible. No importa cuánto tiempo lleve viviendo aquí, la capital siempre conseguirá sorprenderle, reconozcámoslo. Considerada la ciudad más bella del mundo, es un auténtico museo al aire libre. La Torre Eiffel domina el horizonte parisino y se ha convertido en su símbolo, pero la fuerte identidad de la capital se encuentra en muchos otros elementos. Desde laarquitectura de estilo haussmaniano hasta los monumentos emblemáticos y el ritmo frenético, el ambiente parisino nos envuelve allá donde vamos.
Y sin embargo, a veces, al explorar la capital y sus alrededores, uno se encuentra cara a cara con un lugar sorprendente que le da la ilusión de estar en otro lugar. La región parisina está llena de remansos de paz exóticos y a menudo poco conocidos. Una vez que sepa cuáles son, sólo tendrá que elegir su destino: una inmersión en el corazón de Japón, un paseo por un jardín oriental, una escapada al País de las Maravillas... ¡tendrá que esperar lo inesperado!
Así que, para los más trotamundos, aquí tiene los jardines que le harán olvidar que está en París, así como los parajes verdes más exóticos de la región de Île-de-France: