Con su bonito camión Citroën rojo en el interior, el TUB llama la atención nada más llegar al final de la rue de Beaujolais. Una vez sentado, podrá degustar flammenkuches, la especialidad de la casa, así como buenas hamburguesas y pizzas, para compartir con los amigos o devorar solo. Una buena dirección en el barrio del Palais-Royal.