Una gran parte de las viviendas más ineficientes desde el punto de vista energético se encuentran en la capital, París. El departamento es el segundo de Francia con mayor número de derrochadores de energía, lo que va a plantear un problema cuando, dentro de unos años, se prohíba alquilar inmuebles con una calificación F o G en su certificado de eficiencia energética. El año pasado se congelaron los alquileres de estas viviendas.
En Francia hay más de cinco millones de viviendas de bajo consumo energético, es decir, el 17% del parque inmobiliario. Con un 35%, el número de este tipo de viviendas es mucho mayor en París que en el resto de Francia. Sin embargo, Creuse aventaja a la capital, con un 0,2% más. Cantal, Nièvre y Orne siguen a París, haciendo del centro de Francia la región más afectada por la vivienda precaria.
Pero a diferencia de la región parisina, estos cuatro departamentos muestran una voluntad de reducir el número de pisos energéticos, ¡con una caída de alrededor del 20% en cuatro años! En 2018, 567.000 residencias principales en París se vieron afectadas, lo que representa el 54% del parque de viviendas privadas, principalmente debido a la falta de construcción reciente.