Para ir del Jardín de las Tullerías al Museo de Orsay, lo más rápido es tomar el Puente Real. Es el tercer puente más antiguo de París.
Se construyó en el siglo XVII. En aquella época, sólo el transbordador de las Tullerías, una simple barca, permitía pasar de la orilla derecha a la izquierda del Sena. La rue du Bac lleva aún hoy su nombre.
Llamado Pont Rouge (Puente Rojo ) por su color, el puente no duró mucho, ya que fue incendiado en 1654 y destruido por una inundación dos años más tarde. En 1660 se construyó un nuevo puente de madera, pero también fue destruido por las aguas.
Por ello, en 1685, el rey Luis XIV optó por construir un tercer puente de piedra: el Pont Royal, terminado en 1689. Construido por el célebre arquitecto Jules Hardouin-Mansart, el Pont Royal se convirtió rápidamente en un puente popular para los parisinos, que lo utilizaban para las grandes fiestas y reuniones populares. A pesar de su nombre, este puente de cinco arcos sorprende por la sencillez de su decoración. Sólo sus ocho caños triangulares con capucha embellecen el conjunto.
Durante la Revolución Francesa, Napoleón rebautizó el Pont Royal con el nombre de Pont National, luego Pont des Tuileries, antes de volver a su nombre original en 1814. Desde 1939, este puente parisino está catalogado como monumento histórico. Pisarlo es como retroceder en el tiempo a través de todo un capítulo de la historia de París.