En el corazón de Borgoña, concretamente en la comuna de Sources-Seine, se encuentra el origen de nuestro famoso río emblemático que atraviesa el corazón de París, el Sena. Pero, ¿de dónde procede este enigmático nombre? Nuestra historia se remonta a la época celta, cuando el Sena estaba asociado a una divinidad particular, la diosa Sequana.
Los celtas, con su profunda admiración por los elementos naturales, habían erigido un templo cerca del nacimiento del río en homenaje a Sequana. Este lugar místico sigue siendo visible hoy en día, y en las excavaciones arqueológicas de los siglos XIX y XX se descubrieron numerosos objetos antiguos. Cientos de exvotos y monedas atestiguan la importancia espiritual de este lugar.
Uno de estos tesoros, una estatua de la diosa Sequana, desgraciadamente incompleta, ha sido encontrada y se expone actualmente en el museo arqueológico de Dijon. A esta diosa legendaria debemos el nombre de este mítico río.
Sin embargo, una anécdota fascinante es que, técnicamente, el Sena debería llamarse Yonne. Según las normas hidrográficas, cuando dos ríos confluyen, el de mayor caudal conserva su nombre. En Montereau-Fault-Yonne, donde confluyen el Yonne y el Sena, el Yonne es de hecho el río más caudaloso. Pero la historia prefirió Sequana, y el Sena siguió siendo el Sena.
He aquí la historia que se esconde tras el nombre del Sena, una historia enraizada en la mitología celta. La próxima vez que pasee por el Sena, sentirá un nuevo aprecio por este río histórico y su origen divino. ¿Por qué no dar un paseo por el Sena y abrazar su rico patrimonio?
Ubicación
Orillas del Sena
Parc des Rives de Seine
75001 Paris 1
Acceda a
Estación de metro Pont Neuf (línea 7), estación de metro Hôtel de ville (líneas 1 y 11)
Edad recomendada
Para todos