¿Qué puede haber más reconfortante que cruzar la puerta de una cafetería, impregnarse del delicioso olor a café que emana de detrás del mostrador y acurrucarse en un cálido y mullido sillón una vez que se ha pedido y servido el Grial? En París, el número de cafeterías se ha disparado, tanto en la orilla izquierda como en la derecha, en barrios acomodados y populares.
Vamos allí simplemente para empezar el día con buen pie, o para conseguir ese pequeño empujón que necesitamos para terminar ese maldito archivo que lleva días dando vueltas por la oficina. Y ya que estamos allí, podemos deleitarnos con una pequeña bollería o un trozo de brioche, ideal para acompañar nuestro espresso, o para los más golosos, nuestro café con leche con la opción de leche vegetal.
Así que, como puede ver, hay un café para cada parisino, ya sea largo o corto, solo o con leche, y acompañado o no de un dulce. Para ayudarle a encontrar sin demora el mejor café de la capital, ¡siga nuestra guía de los mejores cafés de París!
¡La cafeína es tuya!