El Ayuntamiento de París endurece sus normas sobre los alquileres turísticos tipo Airbnb. A partir del 1 de enero de 2025, las viviendas principales no podrán alquilarse más de 90 días al año, frente a los 120 actuales. Este cambio, votado el 19 de diciembre de 2024, va acompañado de un aumento de las sanciones y de controles más estrictos para luchar contra las infracciones.
Adoptada por unanimidad por el Ayuntamiento de París, esta nueva medida se basa en la ley "Le Meur", promulgada el pasado 19 de noviembre. Su objetivo es frenar los abusos en un sector en el que casi 95.000 propiedades parisinas se ofrecen en plataformas como Airbnb, reduciendo la oferta de alquileres de larga duración. Para el Ayuntamiento, este tope es una respuesta urgente a la crisis inmobiliaria y al auge de los alquileres turísticos no regulados.
A partir de principios de 2025, será ilegal que los propietarios superen este umbral de 90 días. Según Jacques Baudrier, teniente de alcalde responsable de Vivienda, esta decisión histórica marca el final de una batalla de diez años contra los excesos de los alquileres amueblados. El nuevo tope también pretende limitar la competencia desleal con los hoteles e impedir la profesionalización encubierta de algunas empresas de alquiler.
También se incrementarán las sanciones. Las multas por incumplimiento se duplicarán, pasando de 50.000 a 100.000 euros por infracción. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento tiene previsto aumentar el número de agentes encargados de hacer cumplir la ley, que actualmente ronda la treintena. Según las autoridades, en la capital hay activos unos 25.000 anuncios fraudulentos, que a veces convierten edificios enteros en hoteles ilegales.
Sin embargo, la iniciativa no ha obtenido una aprobación unánime. Airbnb reaccionó lamentando una medida que, según la empresa, "penalizará a las familias que dependen de estos ingresos para llegar a fin de mes". A pesar de estas críticas, París se ha convertido en la primera ciudad francesa en limitar hasta este punto los alquileres turísticos.
Con esta decisión, París se ha convertido en la primera ciudad de Francia en introducir este límite de 90 días.