Papy aux fourneaux, el restaurante a la antigua en el distrito 14

Abierto en verano de 2017 en el barrio de Pernety, Papy aux fourneaux devuelve la convivialidad al plato con platos para compartir para dos o más en torno a grandes mesas. Los nostálgicos de las comidas familiares y los amantes de la cocina francesa encontrarán aquí consuelo para sus paladares.

El diablo está en los detalles, y a juzgar por los servilleteros en las mesas y los enanos de jardín en las estanterías, aquí todo es muy importante. Papy aux fourneaux es una dirección que actualiza lo kitsch y lo anticuado, bajo la atenta mirada de la decoradora Elise Cavard, que ya diseñó el Pavillon des Canaux y el Bar à Bulles de la Machine du Moulin Rouge. Situado en la rue de l'Ouest, en el tranquilo distrito 14, entre los metros Gaîté y Pernety, este restaurante, inaugurado el pasado mes de julio, podría ser centenario, si no oliera todo a nuevo.

Grandes mesas para acoger a toda la familia o a un grupo de amigos, una zona de salón con una partida de ajedrez y una tienda de delicatessen a la entrada confieren al local, con capacidad para unos sesenta comensales, un ambiente cálido y acogedor. "Queríamos recrear el ambiente de una 'table d'hôte'", explica Julien Meunier, que codirige el establecimiento con Pierre Durand. Y lo hemos conseguido. Al cabo de unos minutos, ya se sentirá un poco "como en casa" y no dudará en abandonar su mesa para echar una partida al futbolín antes de que le sirvan, para abrir el apetito.

En cuanto al menú, las sugerencias de la semana figuran en una pizarra. La noche de nuestra visita, los platos principales incluían parmentier de ternera al estilo ossobuco, tomates rellenos de risotto de espelta y abadejo con beurre blanc y arroz salvaje con sal ahumada. El menú es muy ajustado, con especial atención a los productos frescos de pequeños productores, y cada plato incluye un plato de marisco, uno de carne y una opción vegetariana. Optamos por los tomates rellenos y nos encantó tanto la sencillez de la presentación como la originalidad y el sabor de la receta.

Pero antes de empezar a degustar, tienes que ponerte de acuerdo con tus invitados sobre la elección del menú. Porque aquí todos los platos son para compartir entre dos o más personas. Y cuantas más personas elijan el mismo plato, menor será el precio unitario. Puedes esperar pagar 19 euros por persona si sois dos, y 17 euros si sois tres o más.

Como habrás deducido, aquí no cabe el sálvese quien pueda. La comida se sirve en grandes cazuelas de hierro fundido colocadas en el centro de la mesa, de las que cada uno se sirve, y no del plato. Ese es el espíritu de Papy aux fourneaux: recuperar el ambiente de las cenas de los abuelos, cuando toda la familia se reunía en torno a una sabrosa comida preparada por la abuela. Salvo que los dueños del local son millennials y han decidido confiar el delantal al abuelo. Y eso nos viene muy bien.

Nota: este verano de 2018 se inaugurará una amplia terraza en la plazoleta situada frente a la entrada del restaurante... Esté atento.