Charbon Kunitoraya, el restaurante yakitori a dos pasos del Palais-Royal

La cocina japonesa es algo más que maki y sushi, y de hecho es una de las más diversas, variadas y deliciosas del mundo. En París hay (¡por fin!) un templo dedicado al yakitori, esas famosas brochetas de pollo a la parrilla(yakitori significa "pollo cocido" en japonés), a tiro de piedra del Palais-Royal: Charbon Kunitoraya.

Sin embargo, "Francia es tan rica en productos que están tan buenos simplemente a la parrilla, que habría sido una pena limitarnos al pollo", afirma Nomoto, fundador de Kunitoraya. Así pues, en Charbon Kunitoraya descubrirá multitud de carnes, pescados y mariscos, todos ellos cocinados con binchotan, ¡en la más pura tradición japonesa!

Si le suena el nombre del Chef Nomoto, es porque también está detrás de Kunitoraya, Udon Bistrot Kunitoraya, Stand Tora y Onigiri Bar Kunitoraya, una dirección dedicada al arte del onigiri en la Maison de la Culture du Japon.

Ahora que la cocina franco-japonesa de Kunitoraya está fuera de juego, el chef abre Charbon Kunitoraya, un nuevo restaurante dedicado enteramente al yakitori, en lugar del famoso restaurante de udon que abrió en el barrio de la Ópera en 1991. "Con el paso de los años, el udon se hizo un hueco en París. Necesitaba una nueva aventura. Pero también, sencillamente, ¡tenía unas ganas locas de comer yakitori de verdad en Francia!", explica el chef.

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¿Lo sabía? Los orígenes del yakitori se remontan al siglo XVIII, al periodo Edo. En aquella época, era un plato reservado a la nobleza. Democratizado en los años 60, el yakitori puede prepararse ahora con carnes distintas del pollo, según la Asociación Japonesa de Yakitori.

Y menos mal, porque Charbon Kunitoraya ha preparado toda una serie de pequeños platos al estilo kaiseki, para degustar en un menú degustación único (120 €): brochetas de pollo de Bresse, ternera japonesa, anguila, marisco, pero también mollejas marinadas en algas y fritas, o patas de cangrejo a la plancha, si la temporada lo permite, antes de continuar con una sopa udon y terminar con un postre ligero.

En definitiva, una buena manera de descubrir Japón.