El delicioso e insólito brunch de Boubalé, con sabores asquenazíes y orientales, en el barrio parisino del Marais

Boubalé, situado en el hotel Grand Mazarin, es el destino gastronómico que no debe perderse en el Marais. Además del almuerzo y la cena, el brunch de los domingos despierta las papilas gustativas con una cocina amable de influencia asquenazí y oriental.

En el corazón palpitante del Marais, entre las animadas calles Archives y Verrerie, Boubalé, enclavado en elhotel Grand Mazarin, es un lugar gastronómico de visita obligada. Esta dirección, primera escala parisina de Maisons Pariente, vibra al ritmo de los recuerdos de infancia del chef Assaf Granit, galardonado con una estrella Michelin, que revisita con pasión los sabores asquenazíes y orientales para una experiencia culinaria que despierta los sentidos.

Los domingos, Boubalé invita a parisinos y turistas, familias y amigos, a disfrutar de su tradicional brunch: un bufé dulce y salado sobre un fondo de colgaduras folclóricas, en un ambiente "como en casa". En el mostrador, una sucesión de platos promete un estimulante viaje culinario - schnitzel (chuleta de pollo empanada), shakshuka verde, Yaprah (hojas de vid, arroz, yogur), tartas de verduras o salmón asado - donde cada plato cuenta una historia de tierras lejanas.

Más adelante, viennoiseries recién horneadas, pasteles y bollería de colores compiten con una variedad de quesos y charcutería fina.

En el centro de la sala, sobre una mesa redonda rústica, encontrará un farandul de taramas cremosas para untar, el famoso hígado picado, así como ensaladas de col, remolacha, verduras crudas y patatas a las finas hierbas. Sin olvidar el rincón de las vitaminas al lado, con una selección de fruta fresca de temporada y zumos de fruta recién exprimidos.

Para saborear este festín, hay dos ambientes, dos atmósferas: la intimidad cálida y acogedora del restaurante, o la suave luz del jardín de invierno, de estilo country-chic y tonos almendrados azucarados.

Los más golosos pueden acompañar su bufé con platos a la carta del chef ejecutivo del restaurante, Itamar Gargi. Una tentadora selección de crujientes Borekas (hojaldres rellenos de patata y queso), huevos Benedict y hamburguesa para el lado salado, babka perdue y esponjosas tortitas para el dulce.

¿Y qué sería del brunch sin sus bebidas? Cafés, capuchinos, tés y cócteles inspirados como el Boubalé Tonic o el famoso Expresso Martini, para añadir un toque sofisticado a su comida.

En Boubalé, la gastronomía es tan lúdica como refinada. Una vez al mes, talleres creativos despiertan la imaginación de grandes y pequeños, mientras que un candy bar hace las delicias de los golosos.